Análisis discursivo de cocina aplicado al machito porteño empresario
- El psicópota es hábil, manipulador y obvio que por momentos, encantador. Pero básicamente es un ser angustiado y registra tu angustia (porque es muy perceptivo) y ahí se manda, la cala al toque. Termina siendo un diálogo de angustia a angustia. Va directo a tu punto más vulnerable.
Bueno, este psicópata en particular detectó que mi brazo estaba angustiado porque se pasó la totalidad de la reunión dándole golpecitos con una mano cada vez que hacía alguna afirmación. Y afirmó mucho durante la reunión. Intentando seguir su razonamiento y mirando de reojo para verificar su estado de ánimo - el jóven pasó del alarido histérico a la sonrisa más auténtica y con cada paso iba desandando el camino de la reunión anterior- yo tomaba algunas notas. Y todo lo hizo en una divina demostración de machismo que incluía delimitación de territorio, elevación de la voz para demostrar poderío y alguna otra patraña que se figuró para imponerse. Solo le faltaba levantar la patita y mear la mesa de directorio en la que estábamos sentadas las tres. O bien podría haber sacado su enorme miembor viril en perfecto estado de erección y habernos cacheteado a todas con él. Pero no, nuestro psicópata preferido eligió no andarse con vueltitas en su manejo discursivo y optó por hablar de “tocar” sus conexiones en New York (esto lo decía mientras frotaba con pasión las llaves de su Audi), usó un lápiz de punta afiladísima para señalar detalles de un brochure institucional y cuando la excitación se le volvía ya casi insoportable, incontenible, en un despliegue barato, casi gratuito y sin sentido, ilustró un ejemplo de glamour sacando de su billetera Prada una tarjeta American Express Platinum y la mostró antes de arrojarla sobre la mesa!
¿Acabáste? ¿Estuvo bueno, te gustó? ¿Un Kleenex? ¿Podemos ahora seguir con la reunión ya sabiendo que sos el jefe de la manada y que por las noches te subís a lo alto de las terrazas del Sofitel y le aullás a la luna antes de bajar a servir a cada hembra del montón?
- Bueno, creo que entendimos el concepto. Me parece que tendríamos que definir un poco la paleta de colores. Pasame la pantonera, por favor...Fijate qué te parecen estos rosas...
A veces soy especialista en desarmar pantomimas mal montadas. Y lo hago con tanta, tanta clase!