Wednesday, February 27, 2008

Breach of Contract

Hay veces en las que llego y me siento en el silloncito que me toca a mí, hecha todo un remolino y cuando le empiezo a contar ciertas cosas, él parece estar ahí quieto, impávido en su sillón; como mucho se acerca una de sus manos a la boca, descruza las piernas o se acomoda las patillas de sus anteojos con tres dedos. Pero en el fondo, muy atrás donde yo no puedo ver porque el contrato me lo tiene prohibido (o algo por el estilo) yo sé que está haciendo piruetas de alegría, roles psicoanalíticos les puse (para adelante y hacia atrás), verticales, medialunas, una suelta de palomas, salta y se menea a un ritmo de Chá chá chá mientras repite "Nos-ca-ga-mos-en-el-sín-to-ma, nos-ca-ga-mos -en-el sín-to-ma". Pero a mí solo me mira quietísimo, tranquilo y con una sonrisa mínima se le escapan dos o tres palabras.
-Bueno-gran pausa- bien. Evidentemente hay cosas que se están moviendo.
¿Moviendo? Tengo un corso a contramano desfilándome de oreja a oreja en la cabeza.

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Monday, February 25, 2008

Encadenada

A mí desde chiquita que la palabras me tienen un poco hipnotizada, algo de autoridad total, algo de que "si está escrito, hm..." Yo me creía todas las cartas en cadena por ejemplo. En esa época te llegaban literalmente por correo a tu casa; corrías a abrirlas y te llevabas la desagradable sorpresa del listado de maldiciones que te esperaban si cortabas la cadena.
-Pero dejate de jorobar, no pasa nada. Es todo un invento-me decía mi vieja.
-No, Ma. Acá dice que si no se las mando a 10 amigos pasan cosas horribles.
Ahí le listaba las miserias que caerían sobre nosotras si las cartas no salían al otro día y al menos a 7 personas. Nunca lo hice. Me lo tenían prohibido y con los años las rompía ya antes de abrirlas. Ahora las borro instantáneamente del mail aunque tengo que admitir que reprimo una morbosa curiosidad por leer los años de desamor y desgracias que me esperan sino hago un forward.
Si leo algo escrito, difícilmente me lo olvide, si escucho la palabra, me va a quedar sonando en la cabeza por años y después voy a poder reproducir conversaciones enteras o acordarme de todas las letras de Duran Duran, por ejemplo. Otras veces una palabra me calienta, efectiva y profundamente que es una cosa de locos. Pero hoy, alguien mandó un mail de mierda y a mí se me volvieron a erizar los pelos porque tenía más mala onda que la peor carta en cadena. Lo borré. No lo contesté, pero las últimas palabras me están haciendo eco en la cabeza desde la mañana.
-¿Vos leíste lo que mandó esta pelotuda?
-Es una loca de mierda, relajá. Una egocéntrica. Me enrosca. No da ni un poco.
Entonces cuando confirmás que una, dos, tres personas piensan lo mismo y te afirman que es todo un disparate, se va diluyendo la maldición. Es así. Funciona. La maldición puede diluirse.

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Thursday, February 21, 2008

Lucy in the Office with Knives


Si K no vuelve rápido de sus vaciones corre el riesgo de abir la puerta de la oficina y encontrarse con el eslabón perdido entre Lady Diana y Lucy, esos huesitos de la primer mujer que encontraron en Etiopía. Salvo que a mí me encontraría vivita y coleando, pero notoriamente cambiada. La soledad de la oficina me ha vuelta una pequeña salvaje.
Cruzo la entrada y pateo unas sandalias de taco; una vuela para un lado, otra para el otro y se hace difícil rastrearlas al final del día. Los motoqueros indefectiblemente me miran los pies descalzos cuando camino por todos lados. Trabajo sentada con la pierna izquierda doblada, el pie apoyado en el asiento de la silla y el codo sobre la rodilla. Un pensador de Rodin en versión trash. Circulo con un lápiz que me ata el pelo que está más largo que nunca y acumulo tazas de café por distintos rincones hasta que llego al límite. La puerta del baño está abierta y el otro día salí con el cierre bajo de mis jeans. (Los de enfrente parecen ser contadores, miran pantallas y suben y bajan carpetas de archivos de papeles. Nada parece interesarles). Llevo el inalámbrico al baño. Para coronar, ayer bajé a comprarme un melón y ante las dificultades de cortarlo con los cuchillos desafiliados que tenemos en la cocina, agarré el cutter que usamos para los cartones montados, le hice una incisión larga y prolija, otra más, corté cuidadosamente la cáscara y así nomás me lo fui comiendo. Me faltó pincharlo con un clip desarmado. Estoy lentamente cayendo en el salvajismo y me quedan cuatro días para civilizarme.

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Wednesday, February 20, 2008

Many happy returns

En mi casa no le damos mucha pelota a las fechas. Nunca sé si Toti cumple el 6 ó el 9. Lo sé en realidad, pero cada año lo tengo que volver a pensar. Y después nadie sabe bien los días en los que murieron los abuelos, si es el día de la madre, el niño o el ectrodoméstico. Lo bueno es que nadie se ofende y te habilita para después decirle a la gente que se me pasó porque en casa le damos tan poca bola a esas cosas.
Hoy mamá me llamó (como lo hace a diario, eso no sería novedad).
-Congratulate me, che.
-¿Qué, qué día es hoy?-claramente su cumpleaños es en enero, eso lo recuerdo.
-20 years sober. My AA birthday.
Así que así es nomás. Un día como ayer, hace 20 años, mi vieja se iba a dormir sin saber que al otro día le cambiaba la vida.

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Tuesday, February 19, 2008

Banking

Vengo del banco, de “hacer los bancos”, la gloria de la PYME propia. El señor cajero es muy amigo de las frases con la palabra molestar. Usa y abusa.
-Moléstese por acá, señorita, si es tan amable.
Ahí pienso que pretende que me arrincone contra el vidrio de la caja cerrada, desabroche las bandas de seguridad y me empiece a latigar con las cintas. Moléstese. Hágase daño, flagélese, tóquese.
Después de molestarme cerca de las cajas, me vuelve a convocar con un “la molesto por acá, señorita”. Entonces ahí la cosa se pone más brava y pienso que me va a pellizcar amistosamente el culo o hacerme cosquillas por algún lado.

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Friday, February 15, 2008

Somehwere between a mezzo and the deep blue sea

Algo entre soprano y mezzo. No hay definiciones. Una tensión en el cuello que hubo que aflojar con una pelota de tenis que rodaba por mi nuca. El aire es la única mercancía que vale. Hay que administrarlo. Suenan acordes, repito con la voz. Suben, los sigo, todavía un poco más, sigo, pasamos la mitad del piano, puedo. Un elástico negro abajo de las tetas que hay que sentir como se estira con cada inspiración para luego acomodarse. Tomo aire con la boca en forma de us, respiro us y devuelvo notas.
-¿Y la afinación? ¿Cómo vengo?
-Eso impecable. Vamos a tener que trabajar la tensión del cuello. En la inspiración las cuerdas se preparan (pone las manos paralelas y mueve todos los dedos rápido como tocando dos arpas diminutas). Cuanto más cerradas están ahí, más cerrada sale la voz después. En la inspiración ya tenemos que abrir.
Incoporo. Esto de trabajar con imágenes me cuesta muchísimo.
-Bien, mucho mejor. Marcame bien las consonante ahora. (Abre la boca grande, levanta ceja, aprieta los labios en las emes).
Imito, os redodeadas y emes marcadas. Me siento un poco ridícula. Reprimo la represión porque si no vas muerta(esto es posible, el mismo mecanismo pero revertido, desviado). Después de un rato vuelve a escaparse una voz más conocida. Es limpia y afinada y mucho más segura. La recnozco. Es una voz de unos cuatros años atrás. No es perfecta ni particularmente talentosa. Correcta, agradable.
Retomé mis clases de canto.

*I Have heard the mermaids singing, each to each, I do not think they sound like me. (perdón Mr. Eliot pero quedaba tan bien como etiqueta)

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Wednesday, February 13, 2008

Qué bonita vecindad

No se si es la privación de sueño pero se me ocurren ideas raras como pensar en cuál será el sabor del agua que chorrea por la manguerita que sale de mi aire acondicionado y que no debe ser otra cosa que toda la humedad del ambiente condensada. Entonces me imagino el gusto y cuando vacío el tachito que dejé provisoriamente ahí, la huelo y trato de identificar ese olor. Es plástico y asqueroso. Puedo equivocarme. Puede que tenga que dormir más.
Mientras tanto, los nuevos vecinos, provisorios también, (alquilan temporariamente lo que solía ser la guarida de Sick Boy) son centroamericanos y ruidosos y parecen festejar noche trás noche haber llegado a Buenos Aires y a Palermo particularmente como salidos de una Time Out. Lo hacen con las ventanas abiertas y a los gritos. Me sorprende lo rápido que uno puede llegar a odiar a alguien. Probablemente direccione la manguerita de líquido fétido hacia su balcón.
A los de enfrente por otro lado, se les dió por cantar canciones de Sabina en la terraza para estar más frescos. A ellos no les grito ni los shusheo porque pienso que pueden aún estar duelando la muerte del arquitecto pero si siguen ventilándose en la terraza al son de Sabina, podría pensar en regalarles mi aire acondicionado para que se queden adentro. Todo podría estar peor, podría habérseles dado por cantarme Andrés Camelero, el de las rimas pedorras.

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Thursday, February 07, 2008

Shortlisted


Hace unas semanas me pidió que le recomiende unos perfumes de hombre. Entonces hago una lista de los primeros que me saltan a la cabeza y después no resisto la tentación de meterme adentro de una farmacia de esas grandes que hay por acá por Florida y hacer que la chica me vaya perfumando cartoncitos de papel blanco uno a uno y me los pase. Les escribo los nombres en birome, acerco la nariz y voy poniendo caras que generalmente son tres: asco, indiferencia (con esta rovoleo un poco los ojos y tuerzo la boca para la izquierda y puede que guiñe un ojo) y ¡opa!. La primer cara suele ser con los especiados, maderosos y demasiado dulces, reminiscencias Pachulí. De chica, en un viaje por tierras lejanas, los locales olían a pachulí y yo había concluido que la única manera de supervivencia al profundo dolor de cabeza que me provocaba, era caminar por las callecitas con una remera atada alrededor de la nariz o bien tapándomela con dos dedos. Mi madre lo consideró sumamente inapropiado e irrespetuoso y me obligó casi de un cachetazo a sacarme las manos de la cara. Supongo que era esa lección para la niña de Local smells make a wholesome traveling experience, cosa que es un engaño por supuesto, menos para alguien que sufre de migrañas y me encargué de comprobárselo vomitando en una esquina con una única explicación.
-Pachuli makes me sick. ¿No ves que te lo dije?
Descartados los especiados me quedé con una lista bastante extensa de los más votados (por mí claro) y amontoné los papelitos y me los traje a la oficina.
-It seems you´ve been rolling in the hay with a bunch of yuppies.
Claro, traía en la cartera un revoltijo de hombres, todos mezclados , que deposité en un montoncito agarrado con un clip de pelo en mi escritorio. Ahora todavía me vienen hombres de a oleadas mientras escribo el mail.
Te paso la lista que hice. Ganaron los clásicos creo.
-Un all time favourite, en sus versiones mujer y varón es un can´t go wrong, Paco Rabanne XS.
- Ralph Lauren Polo Explorer me gustó.
-También su versión BLUE.
-Dolce&Gabbana hicieron algo bueno y le pusieron light blue así todo en minúscula y dicen que sale $199.
Y algunos con dudas pero que vale la pena probar (K says, and I'm quoting here, "he should try them on his skin, it´s unfathomable what happens to a fragrance when it it hits your skin". Sí, sí, she actually uses words like unfathomable) pero tiene razón, hay que probarlos.
-Issey Miyake con Intense, intense es el precio, desde ya te digo.
-212 SEXY de Carolina Herrera y el anterior 235 están muy bien también.
So soes:
-El Kenzo Air para mí tiene un claro dejo a anis, y ¿qué querés que te diga? No soy fan de la estreshita esa...
-Los Armani Code y Attitude muy personales, you can love them or hate them. Una obviedad.

Cuando éramos chicas, no se si a los trece o catorce se nos había dado por usar perfumes de hombres. Personalmente yo le sacaba Au Sauvage a Toti y el resto haría lo propio con padres y hermanos varones. No tengo recuerdo de porqué lo hacíamos. Supongo que algo así como un poco de erotismo masculino (aunque sea “en nariz” dirían los catadores) en un unvierso de puras kilts. Fue raro. Después, de un día para el otro dejamos de hacerlo también sin razón aparente y de a poquito cada una fue encontrando el suyo. Yo encontré al Crystalle de Chanel.

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Wednesday, February 06, 2008

Y bajo el mismo concepto

La humanidad toda debería elegir un monumento, en realidad cualquier construcción monumental y ahí inscribir todos los nombres de los caídos por el mal timing, los vencidos del mal timing. Creo que superarían las bajas de todas las guerras de la historia juntas, no alcanzaría la muralla china para poner siquiera las iniciales. Porque además, con que alguna vez te haya tocado aunque sea un coletazo de cola del dragón del mal timing, tú nombre ya pertenece en esa muralla.
Tal vez hay que elegir uno por país, o elegir un planeta entero y escribir: Aquí los nombres de aquellos que nos precedieron, también muertos por el mal timing. ¿Muy terrible?

Monday, February 04, 2008

Segunda causa

Acá nos la pasamos diciendo eso de que "lo que mata es la humedad". Y es cierto, pero para mí, la segunda causa es el mal timing. A mí me mata el mal timing, el propio y el ajeno. Indefectiblemente. Siempre.