Buenos Aires tiene algunos problemas. Ahí me encuentro en segunda noche consecutiva de programa nocturno. Noche 1: Fervor + Danzón. Noche 2: Repito M con la misma certeza que se puede repetir un buen vestido si se lo lleva a dos fiestas distintas y los invitados son otros.
Repito pues.
Cambio el pedido y cambio rotundamente mi recomendación. El plato es el tiradito DF en primer lugar y el de pulpo después. La degustación de 3 con la tercera opción de salmón sería una decisión redonda. Me encuentro bastante complicada con el tema vasos y quiero el pisco de maracuyá pero no en su envoltorio original que es una cruza de vaso de martini (inestable de por sí) pero todavía más chiquito (tacaño).
-Ay, sí, estoy neurotizada con los vasitos hoy.
Barman atento ofrece una versión de caipiroska en diferente vaso (ni largo ni corto) que me alegra. Moza atenta sugiere tercera opción de plato de fondo que es reemplazado por refill de tiradito.
-Creo que le gustas a la niña, que está contigo.
Mi co equiper está convencido que la moza es
por demás atenta y lo atribuye a que gusta de mí.
-Fíjate como te habla solo a ti.
-She´s just being polite. She assumes I´m with you y entonces no te quiere hablar directamente a vos. Maybe it´s
you she likes. Aunque no, es un amor de educada y atenta. Es eso.
Aquí el mayor problema que presenta Buenos Aires en junio. ¿Dónde seguir la noche?
La soledad de las calles de San Telmo no invitan a la caminata, Palermo igual de lejos que siempre (o al revés) y el Faena con su living perfumado, los sospechosos de siempre (más sospechosos que nunca) y un rato más de música y un trago más y silencio. El DJ se declara en huelga, falta prender las luces y que te empiecen a barrer debajo de los pies. Brutal. Como una cenicienta pero con dos horas de atraso, a las 2 todo se convierte en calabaza y hay que retirarse.
Buenos Aires está miedosa, quieta, encerrada y sin ideas.
-¿Es que aquí no hay un lounge con sillones y un poco de buena música para echarse un trago?
Pues parece que no.
O estoy perdiendo mis encantos, claro.
Labels: Drink and Dine