Criminal Minds

Yo tengo unas mentas en el balcón, tres tipos. No las sé identificar bien pero las conozco. Sé que unas van mejor para té, otras con las carnes y unas son las que te ponen encima de un postre antes de rociártelo todo con azúcar impalpable y marcarte tres rayas en chocolate en Palermo Jaliwu. Estas últimas son las que saco del plato con dos deditos. Porque a mí la menta en sí no me gusta, me gusta la idea de la menta o sólo en un té. No tolero una DRF por ejemplo, un Mentholyptus directamente me puede matar y ni hablar cuando la combinan con chocolate. Un After Eight para mí es una combinación criminal más allá de que el 90% de la población mundial del mundo conocido diga lo contrario, a mí me repugna.
La cuestión es que las mentitas están en fila en mi balcón francés, ese mismo en el que no te podés parar si calzás más de 38. Primero flotaron en agua y hace un tiempo pasaron a tierra, como los muertos. Yo las miro, las riego, les cuento las hojitas. Un día vino un amigo a casa con la idea de preparar mojitos. Yo tenía la botella de Havana Club, el azúcar, el agua con gas, los vasos, el hielo. Todo menos la menta. El se asomó a mí balcón y atinó a señalar a las chicas con el dedo.
-¿Esas son mentas? Sacamos de ahí de última.
No contesté. Es como si le hubieses pedido a Heidi que te entregue a Copo de Nieve porque te cayeron los muchachos a comer y estás corto de carne y ya cerró Jumbo. Criminal.

80 nudos

Yo soy muy de NatGeo, de Air Disasters por ejemplo. Y entonces te retengo a lo pavote y manejo data extrañísima como que un despegue se tiene que abortar antes de los 80 nudos ponele. 80 knots, 80 nudos. Velocidad y todo enredado. Entonces si no se aborta a los 80 nudos hay que seguir con el despegue, dar una vuelta por los aires y volver por un aterrizaje de emergencia que en inglés se les dio por bautizar Forced Landing que no estría tan mal o Crash Landing, que ya de por sí no es muy prometedor si lo pensás. "Ladies and Getlemen, would you please put your seats in a vertical position, fasten your seat belts and get ready for Crash Landing."
Ahora pienso las veces que ves los 80 nudos acercándose, ahí claritos los ves venir y sin embargo agarrás la palanca y le das para arriba y después vemos. Vuelo un rato y después vemos. Por que en definitiva, quién te quita lo volado ¿No? Y un día estás Six feet under y se te fue la vida, todo muerto, pero podés decir:
Yo volé, man, en un momento vi todo desde arriba con el cuerpo y la cabeza estallando de adrenalina y volé.

Koo-koo-ka-choo, Mrs. Robinson

Cuando yo era una niña tan solo, recién salidita de la Benemérita Institución, fui Miss Charlotte por unos dos años en paquetérrimo colegio de Palermo. Era la helper de cuarto grado, es decir que les llevaba apenas unos diez años a mis alumnos pero que a esa edad parecían un montón. Tenía uno preferidísimo total, que me buscaba en los recreos y se la pasaba charlando conmigo y haciéndome regalos. Creo que nos preferíamos mutuamente y yo sabía que de grande iba a ser lo más ese pendejo. Siempre me quedé pensando qué habría sido de su vida, si habría estudiado algo, trabajado, se habría casado, escapado a hacer surf a una isla solitaria.
V me cuenta que le presentaron un “candidate” y salieron en un blind date de 4. La mujer del otro lado era la hermana de mi preferido. Deben haber pasado más de 15 años pero no la dudé ni un segundo.
-Conseguime ya el mail del hermano que me muero por saber de su vida.
Estuvo unos días en mi casilla, redactado, cortito, to the point y esperando para apretar send y enterarme de su vida. Jacinta Pichimahuida meets Mrs Robinson. Ninguna de las dos me convence.

Birthday present

Nenas
Eliminamos a la negra de Prune, le damos un break, la Kipling se ahorcó con el mono. Chus ya la vio live, para las otras. Senkiu. Me pega divino con unas plataformetis al tono.

Flower Power

Tomamos el té y nos quedamos todos tirados en la galería hasta que se va el sol. Yo agarro una tijera y voy caminando por el pasto que está mojado porque acaban de encenderse los regadores. Corto todas las rosas de los rosales que se me da la gana porque están que estallan de flores, casi que les pesan, les molestan. Siento que les voy haciendo un favor.

Kissable

Cuando mamá se fue de viaje hace unos meses le pedí algunas cosas. Más cuadernos Moleskine, las bombachitas de Forever 21 que eligió con tanto criterio y mucho, mucho lipgloss. Vengo usando este. Los señores del lipgloss se avivaron, eliminaron el gusto a frutilla y cereza con el que nos venían atormentando desde los ochenta y pasaron a esta versión en sandía/melón perfecto que me dan ganas de auto besarme. Porque por momentos se me escapa la lengua un poquito y lo siento, no tiene gusto a sandía, es una sandía. O un melón, no sé.

No me preguntes porqué, se me vino a la cabeza nomás

Te reivindico el Falcon. Eso de mandar la primera hacia vos y para abajo, eso del asiento entero, eso de poder apretar cómodamente con el piloto en los semáforos. Te reivindico el Falcon. A full.

El del ascensor

Caminando por Sarmiento en dirección 25 de Mayo me lo cruzo. Yo tengo algo con los ingenieros o más bien, los ingenieros tienen algo conmigo. Desde mi vecino de la esquina en Olivos, es como que les parezco una especie rara. Creo que pasa por eso de los opuestos. O será el humor y lo espontáneo o mi ausencia de inteligencia en esas cosas en las que ellos suelen ser brillantes o mis análisis ocasionalmente acertados de las cosas y las situaciones. Todo eso sumado a mi ineptitud con las matemáticas, mi forma de hablar acelerada y con cuentos hiperbólicos y una falta total de discernimiento para la resolución de algunos problemas impensablemente sencillos. Y creo que le gustó exactamente eso. Fue el que me crucé una vez en un ascensor y mientras yo me miraba al espejo desde el piso 20 hasta planta baja me miró y me dijo:
-No te mires más que estás muy linda.
Y yo, que le venía echando el ojo hace meses me puse tan nerviosa que dije:
-Es que con el pelo se me enrula la humedad.
Y ahí quedó, 1996. Debe haber sido el tipo con el que más veces salí en mi vida. Me llamaba todo el tiempo pero no pasaba nada. Nunca, nunca jamás estuvo ni cerca de tocarme el flequillo con la punta de los dedos. Cada vez volvía a casa incrédula. ¿Le gusto o no le gusto? ¿Qué onda? Tomé medidas desesperadas. Una vez lo llamé y me caí en su casa con un cachorro de Golden Retriever como excusa (que tuve que devolver después de que me meó todo el auto) y otra pinché goma a algunas cuadras de su casa, en realidad a 20 pero me las arreglé para ir en llanta hasta su barrio. (Casi destruyo el auto, pero no importaba). Me acompañó a esa gomería que había en Mansilla y Coronel Díaz que no sé si todavía existe. Una noche de lluvia me terminé quedando a dormir en su casa porque era imposible irse y yo todavía vivía en Olivos. Dormí vestida y casi que con las botas puestas. Deprimente. Después, finalmente perdí el interés como era de esperarse tras la salida frustrada número 29. Reacciones rápidas que le dicen. Nunca pude entender si le gusté o no.
Hoy caminaba trajeado por Sarmiento, con cara de aburrido, con cara de ”me pasó una formación ferroviaria por encima”. Nos saludamos. Me dio su tarjeta de Corporate Business Manager forhjg efsucayrtkycrtkUYgfycxnjshz y me preguntó de mi vida.
-Nada, todo bien. Sigo viviendo en Palermo, laburo, escribo... Qué se yo…¿tenés 3 horas y te cuento? Ja. Creo que no te veo desde el 99. Pero bien, todo bien.
-Vos siempre contenta, ¿no? No te pasó un año, nena.
-Ja, no, me pasaron diez. Pero sí, ok, puede que parezca menos. ¿Vos?
Claramente no teníamos tema. Y ni le dije lo de la formación ferroviaria, claro.

Marrón, color ojos del arquero de huracán

O mostradas de la monada...
Las chiquis vienen a comer a casa. Compro árabe en Yusseff, una combineta de hummus, hojas de parra, la de berenjena, tabule y así. Vino tinto, champagne y ff trae torta que esconde delicadamente en la heladera. Lolis trae sombreritos de Barbie y a mí me toca el de hada que es más top porque soy la del cumple. Chus rollea y Dholo se sienta toda linda y prolijita en una de las banquetas enanas. No entiendo cómo metí 20 personas acá a dentro el día que me mudé. Las malvadas tenían un mail dando vueltas en el que ploteaban mi regalo de cumpleaños, mail mortal. Tenía frases de lo más críticas hacia mi persona y otras brishanteces del estilo:

“yo tiré la carterusa porque siempre anda con esa negra de acá para allá y no quiero que vuelva a la micro-mochila que le hice tirar una vez aunque con dolo una vez le regalamos una [carterusa] que mucho no usa- era marrón/suela deeveenah”

“¡¡¡¿¿¿¿¡¿¡¡¡¡a quién se le ocurre regalar cartera marrón si no se conoce mucho a la regalada (ojo con las lecturas de esta palabra)?!?!?!?! (mindigné). Bueno, veo que cartera gana zapatos.”

“no, mirá cosita, yo te cuento una cosa [con todo el respeto y afecto del mundo, cosas que de por sí me caracterizan]- regalar, se puede regalar CUALQUIER COSA, es como el humor, que se puede hacer con todo también
AHORA-
1- si no la cambió, como dirían las señoras, 'allá ella'
2- si no le encontró la vuelta, lomesmo, 'allá ella'
porque te aseguro que la cartera ES [aún hoy, un clásico chic que jamás morirá, el color suela que arrasa siempre] una SRA.CARTERA que ella no sabe sacar a pasear.”

“Está bien, pero una cartera color suela! color suela! marrón, se dice marrón, no nos hagamos las fashonistas usando denominaciones de gay a ver si hacemos del marrón una entidad distinta del color que queda cuando todo se junta (no soy chancha, si metemos muchos colores de témpera, por ejemplo, en un mismo tacho, queda marrón) y que los diseñadores llaman Camel, suela, color palito de helado, tierra, algarrobo, cáscara de nuez o mango de wok. Hagamonón cargo de que salvo que una lookee como siena miller o kate moss o no sé quién, el marrón es ese color que usan las escribanas y que más vale que se lo elija una antes que se lo regalen, pero siempre sabiendo que así y todo será MARRÓN y no suela, caracho!
Suela tenían las sandalias que sho decía, pero vashan nomás, regalenlé carteras color los ojos de el arquero de huracán y después me la invitan a comer unas hojitas bebé en salsa de aceto y sal, con pequeñas bolitas rojas de estación un poco transgénicas...”

“Yo digo que así como D y Ch le hicieron botar la Kipling con el gorilita incluído, este año le hagamos quemar (simbólicamente) la negra esa simil croco que tiene casi adherida a la manito prolijita esa de ella.”

“El viernes a la tarde GARPA Prüne, Chechus. Decime la hora, corazón, que yo puedo en cualquier momento.”
Yo vi una negra ahí en el outlet. Le agregamos una billetera y matamos dos pájaros de un tiro (le hacemos tirar la de "clandestine"!).
groso, mono. salud, la monada.”

Estas pibitas son todo. Como las quiero.

Juanita y yo

Juanita mi ahijada me invita a su cumpleaños número 9. “Spa Hawaiiano” (lo que sea que eso signifique). Somos las dos librianas (lo que sea que eso signifique también) y nos llevamos de lo más bien. De hecho, somos parecidas y S, su madre, mi amiga, se irrita con las dos. S es de las que clasifican las cajas , las etiqueta y hace seguimiento de stock con código de barras. Es decir, en noviembre le pedís guantes de esquí y ella baja una caja que dice Ropa esquí/Chicos/08 y saca un guante. O tenés una comida y le pedís algún ítem, ella lo saca de otra caja que dice Regalos casamiento/silverware/teaspoons. Tiene una agenda con listas de To do´s que va tachando frenéticamente a medida que alcanza los objetivos y clasifica las facturas de servicios y gastos en carpetas colgantes en el segundo cajón de su escritorio (que tiene un espacio especial para clips, cinta scotch, biromes de colores, resaltadotes, chinches y ganchos). Es comprensible que se irrite conmigo, claro.
Juanita baila, canta y tiene amigos. Juanita se cuelga con el dictation y cuando se lo tomo se acuerda de green pero no de seen, y son rain y spain pero después escribe pein. Pero Juanita baila, canta y tiene amigos.
Juanita fue clara en su pedido, la que se equivocó fue la madre (siempre sucede así). Converse sin cordones con cerezas. O Vans. Consulto con Loli (o Martina para el caso, que son algo así como el Oráculo de Delfos).
-No, no son Converse. Son Cover your bones.
Sí, parece que la marca existe, una marca que promete tapar tus huesos. Me meto en la Bond Street a media mañana entre floggers y darkies y emos y whatnots. Me distraigo con unas chucherías y de repente las veo. Me las pruebo.
¿Lo mejor de todo? Juanita y yo calzamos exactamente igual.

Sex and Flexibility (*)

Lolo Llamas había ido al colegio con Toti y después habían jugado al rugby juntos y supongo que por eso terminó siendo el ginecólogo de mi madre y el señor que me trajo al mundo y me hizo upa antes que Toti (que como muy cagón que es no entró a la sala de partos, claro). Después Lolo se quedó ciego, dejó de ejercer y se murió. Cuando me sacó de la panza y me revisó, parece que dijo:
-Esta chica podría ser contorsionista.
En ese momento habré estado distraída porque no me acuerdo y nunca más lo volví a escuchar hasta que algún otro médico, años más tarde dijo “hiperlaxa”. Ahí entendí, pero ya había llegado tarde para el Cirque du Soleil y algunas otras cosas.
Anoche en mi clase de Yoga meets stretching, con una pierna enroscada en la nuca, los labios casi besando la pelvis y la instrucción de “vascular” la cadera (que jamás entendí) me volví a dar cuenta. La profesora me miró con cara de satisfacción y se acercó.
-¿Hablás español?
Ahí va de nuevo, la finlandesa o no sé qué nacionalidad fantasean.
-A la perfección, desde chica. ¿Parezco gringa?
Desenredo la pierna de la nuca, la profesora me empuja la espalda más todavía, ahora sí que casi beso la pelvis y me pide que exhale. Lo hago, con ruido.
-Sos súper flexible.
Le sonrío.
(*) Acerca de esa teoría de la flexibilidad y coger bien, que es un divague, claro.

La gente busca en Google

Esto que sigue a continuación y termina por encontrarse con mi blog. Qué garrón, me dio cosita.

With which key words

1.	charlotte	6
2.	de	5
3.	papers	4
4.	al	3
5.	desnudo	2
6.	micropenes	2
7.	color	2
8.	charlottes	1
9.	RAINING	1
10.	son	1
11.	da	1
12.	sindrome	1
13.	piden	1
14.	charlottepapersuncensored	1
15.	argentina	1
16.	pumas	1
17.	pantones	1
18.	boa	1
19.	soy	1
20.	turquesa	1
21.	cuales	1
22.	cielo	1
23.	calientan	1
24.	pantone	1
25.	CHICHES

Viernes/sábado/domingo/lunes

Almuerzo en Tancat. Camino con mamá por Florida y ella tan educada le agradece con un “No, no, muchas gracias, no, no” a cada uno de los vendedores de Leder Leder.
-Ma, please aflojale con el "no gracias". No les hagas eye contact y listo. Ignore them, it´s the blond factor.
Se ve que no tiene las técnicas de supervivencia micro céntrica. Mi madre es tan correcta, tan educadita que ni siquiera dice asshole cuando amerita, ella dice arsehole, que es lo mismo pero más Brit y en sus labios casi una delicadeza. Me trae un libro de textiles indígenas y me pregunta si quiero una catamarqueña o un Kilim. No me decido. No sé ni siquiera si quiero una alfombra, solo que me quiero deshacer de la persa que está en casa, que se parece más a la de Aladino. Puede que la haga cash y la mande volando.
A la noche Dominga, los sospechosos de siempre. Termina siendo lo más parecido a hacer algo en casa, más si siempre termino comiendo el risotto crocante con el queso de cabra y toda la bola. Kamote me manda el champagne de rutina (mental note: tengo que llamar para agradecer) y nos vamos temprano. Al otro día, calor bochornoso y tres ciudades en dos días. Ni arrancamos y ya estoy para siesta.

Fridays child is loving and giving

Desde la medianoche y arrancando a las 8 de la mañana, así como bancándome esta cosa de que la gente, los amigos me quieren. Como que nunca te terminás de convencer de eso, como cuando eras chiquita y dudabas si iban a caer todos los que habías invitado al cumple. Y al final empezaba a sonar el timbre y nunca, nunca paraba y llegaban y llegaban. Y así de los 3 a los 38, como que una debería ya tenerlo incorporado ¿no?
Arrancamos con mensaje de texto de Toti (la nueva onda, se cree Flogger el pibe) que repite la de todos los años. 10 del 10 a las 10 menos 10, el día más feliz de mi vida. Y después me llama y me cuenta cómo me había lastimado el labio cuando salí de la panza y lo linda, linda que era, como una masita toda chiquitina y nariz diminuta y me agarrabas el dedo y así sigue y me dice que tendría una Charlotte de cada edad, como Bonsai. Y yo me pregunto y le pregunto si está tan seguro de querer una de los últimos modelos, con esta personalidad y talante y se ríe y dice que sí, que de esas también.
Y todos los llamados y todos los mails y eso.

White Waters

Y la pregunta es, ¿cuánto tiempo puede una marinarse en esta bañadera con dos extraños? El concepto Jacuzzi es raro. Quiero creer que cada uno porta su traje de baño. Veo que sí. Esas sombras negras bajo el agua sólo pueden ser dos cosas, shorts o mantarayas. El clima no es hostil, por el contrario, es de lo más pacífico, casi zen diría. Cada uno se ocupa de su propio set de burbujas y los demás no existen. Me hundo despacito hasta la cintura, me siento con el agua hasta los hombres y me ocupo de levantarme el pelo con el gancho. Elijo zonas del cuerpo en las que las burbujas peguen mejor, soy cosquillosa, eso siempre lo supe. Me entretengo tapando el chorro con la mano y sintiendo la presión y con una piedra redonda, perfecta, muy zen también (una piedra Tamara Freeakin Di Tella). La hundo. La rescato con una mano. Si estoy en el agua no tolero la idea de no hundirme pero pienso que puede ser raro para mis compañeros de tina si me ven unos minutos desaparecer debajo del agua. Imaginé proponiéndoles “hey, guys, ¿se copan buceando las piedritas chiquitas? ¿Sale un Marco Polo?" Me abstengo, algo me dice que el clima no está para los juegos acuáticos. Me tomaría un Vodka Tonic, de los cargaditos desnucadores, y me dormiría. Me traen un agua saborizada, un error del marketing (salvemos a la Perrier with a twist of lime, no por snob, por rica) las demás medio fracaso. Después Baño Bjork como le digo, islandés, finlandés, turco, noruego. Nunca sé. Toti era muy de ir a Colmegna cuando yo era chica, en la época en que “Colmegna era Colmegna” y supongo que con eso aclara y no el reino del Happy Ending. Qué se yo. Resisto poco el aire caliente, el vapor (que no moja). Respiro profundo, demasiado creo. ¿Y si hiperventilo y desmayo y muero? Me pregunto si las narices chiquitas como la mía respiran menos. No tengo respuesta. Cuando salgo, me pongo mi robe blanca y tengo el pelo levantado con un gancho, desprolijo, medio revuelto. A sorry sight, probably. Pero me siento tan relajada, la piel lisita lisita. Le explicaría a la gente que “ este cachivache que ves no se corresponde en nada con lo bien que estoy interiormente, ¿me seguís?, no sabés lo mona que tengo el alma, no te dejes engañar, por dentro estoy hecha una diosa”.

Claim to Fame

El slogan de uno de los hoteles que estoy averiguando para el fin de semana dice "Nuestro placer es complacer." Way to go, buddies, esa es la actitud. En la foto, la modelo descansa de espaldas, desnuda sobre una camilla mientras le hacen masajes. Bueno, esa parte me toca mañana a la tarde. Arrancamos con los mimos pre cumpleaños, un concepto de lo más cache ese de mimarse, muy Utilísima, muy Nequi. Pero qué le vamos a hacer.

Week-end

Almorzamos en Oro Y Cándido y después caminamos desde ahí hasta (¿Palermo Dead lo llaman? Ese lugar en que Palermo se convierte en Chacarita) en busca de mi cepillo de no sé qué cosa natural que A dice te pasás por el cuerpo y te deja la piel lisita como la de un bebé. En el camino me disperso. Me entusiasmo con un silloncito francés enfrene del mercado de pulgas por el que me quisieron cobrar una pequeña fortuna, como si la mismísima María Antonieta se hubiese sentado a bordar encima, una chaise longue que pedía a gritos ser retapizada y una banqueta que corría la misma suerte.
El cepillo no estaba. Caminamos las 25 cuadras de vuelta sin cepillo, sin banqueta, sin silloncito. Como única recompensa me compro unas cremas que supongo podrán reemplazar al cepillo que es mi nueva obsesión. Ya me veo cepillándome la piel por las noches, la última ñaña del high maintenance, supongo. A cambio del cepillo nos dan unos licuados súper híper archi naturales y me tomo uno color verde pasto, con gusto a pasto y apropiadamente bautizado “Wheat grass” algo, aparentemente el último alarido del naturismo, la macrobiótica, la slow food o alguna de esas disciplinas. Yo que con suerte pude seguir el paso a la Nouvelle Cuisine, sin contar mi brevísimo flash macrobiótico.
Los domingos en casa son todo. Doy doscientas vueltas en la cama hasta el que el sol te empieza a dar esa culpa primaveral de “afuera está divino” y es casi criminal ficar a bondade (¿se dice así?) bajo los edredones . Contra todo pronóstico, accedo a cruzar la Gral. Paz hasta Martínez y me tiro toda una tarde con amigos en el pasto y con Lula, que va y viene buscando una pelota. Otra cosa de la primavera, calor en el sol y frío en la sombra. Mi termostato es de lo más sensible, mi termómetro es la cola. Si la temperatura no es la exacta para mi cuerpo, mí cola, indefectiblemente estará más fría que el resto de mí cuerpo. Nota de color que le dicen.

Talking of which...

Comemos en lo de S que desde que vivió en Dubai le gusta poner comida árabe en la mesa del copetín y entonces encontrás un tabule o un hummus al lado de un brie y unas Pringles. Abrimos dos botellas de blanco y las terminamos. Alguien dijo alguna vez que el blanco es un vino de minas, puede ser. Cuando abrimos blanco tomamos blanco, L, las dos F, S, A y yo, las que tomamos. Hacemos cuentos, por suerte no los de siempre. Con los años nos hemos vuelto reiterativas. Y a veces ni nosotras mismas nos aguantamos. ¿Qué son, 30 años? Creo que algo por el estilo, y en algunos casos más. La charla es charla de mujeres, si es que algo así existe, y sí creo que existe. Por ejemplo, concluimos que en momentos distintos a S, M y a mí nos gustó Bebe Contempomi.
-A mí de los once a los catorce.
-A mí cuando arrancamos las fiestitas con los Newman boys. bebe llamaba y decía "conseguite 12 amigas" y yo las juntaba...
-No, a mí más de grande, de los 17 a los 18 ponele. Pero creo que en ese tiempo lo vimos dos veces en todo el año.
Después con V repasábamos los nombres de Los Mickey, y esa vez que habían decidido que dormían solas en La Olla con las Corbex estacionadas en el pasto y se los encontraron. Y yo me acordé de la tarde esa que andábamos trepadas a unas Honda XR100 en el campo de los D y no nos podían bajar ni a los tiros. Nos creíamos Chips. Y una larga discusión si Puerto Pirata tenía escalera que subía o que bajaba y mi convencimiento de que Cardiff iba para arriba y quedaba al lado de Karim el cabarulo (¿sobre Cerrito o Pellegrini?) y por eso mi vieja me fue a buscar de los pelos y me arrastró de vuelta a Olivos porque la proximidad parecía ya ser peligrosa.
M me lleva de vuelta a casa con una panza de mellizos, uno de los cuales tenemos la certeza que es varón.
-Doblá en Cabello y subí por Scalabrini Ortiz hasta Juncal. Ahí a la izquierda.
Nunca pierdo la costumbre de controlar un poquito. Le cuento que últimamente mamá me irrita, que me pregunta qué quiero para mi cumpleaños y cuando le digo me replica con que "¿blanco? ¿te parece, blanco? Es muy frío…” y yo pierdo la paciencia y le tiro frases como ¿Desde cuándo la calidez ha de ser un valor estético en el diseño de interiores? Me parece un concepto obsoleto, y sino obsoleto, limitado.
Y estamos hablando del tapizado de un sillón (for goodness sake!) y me cuestiono mis ganas de seguir combatiendo algunas guerras . Y M que es sabia me dice que esas cosas son muy de madre y se mira la panza primeriza y le digo que igual que "sí, quiero el sillón blanco tipo Laura O y no tu living inglés con un Chesterfield. Es una hincha pelotas, ¿o no?
Tarde piaste niña.

Siesta anyone?

Miro y miro por la ventana y no da, man, no da.