Tiresias
Nunca dudé de mis capacidades perceptivas y predictivas. Lo que hice muchas veces fue ignorarlas. Esta vez no y después de la semana que pasó estoy en condiciones de afirmar que mis habilidades perceptivas son ilimitadas y mis virtudes predictivas casi infalibles.
Hace dos noches dije:
-Vos tenés algo que decirme. Y te voy a decir exactamente qué es.
En vez de cuestionarme me preguntaron:
-¿Vos decís que les pasa a todos los tipos o es una rosca mía? ¿Pero porqué pasa eso?
-En mi humilde experiencia a la primera te contesto que sí, que a la mayoría de los que conocí, que después van evolucionando un poco y eso se modifica y con la segunda, estarías sobrestimando mis habilidades, mi amor, esa no te la puedo contestar.
-Vos tenés que enamorarte, me dijo. Lo último que una espera escuchar de un amante.
-Claro que sí.
El final fue raro, estaba escrito por todos lados pero fue raro. De repente todos los finales son raros. Este vino con una noche larga de un sexo medio tántrico que nos dejó voraces y una búsqueda desesperada por un delivery 24 horas. Increíblemente nadie en Buenos Aires se conmueve. Dormir hambriento es malo.
Y como Madame Sosotris, clarividente de dudosa reputación, miro la bola incandescente . Fear death by love y creo que entiendo todo un poco mejor.