Or Thursday watch the walls instead
A la vuelta me hago amiga del de la óptica y me pruebo todos los Ray-ban que me gustan. Hay una teoría que dice que todo el mundo cree que maneja bien (por arriba del promedio) y tiene sentido del humor. Yo me creo esas dos y además que los anteojos me quedan generalmente bien. Manoteo marcos nuevos en reemplazo a los que tengo porque ya me están aburriendo y veo que termino por agarrar siempre los mismos. Rectos, alargados con medio marco o ninguno. Después coinciden en los precios. Imposibles. No compro nada. Hablo de policarbonatos y puentes y me hago la entendida. Chico de la óptica opina y sugiere y de onda me vuelve a colocar el cristal de los de sol que salió volando el otro día y no me cobra nada “porque me caíste bien”. Asumo que quiere encajarme los Ray-bans que yo pienso encargarle a F cuando se vaya pero igual sonrisa de mucho diente y gracias.
Hay días en los que tengo que cortar el día al medio y agarrar un poquito la calle, no mirarla desde arriba.