Los 40 Top Hits

Es el año de las fiestas de 40 se ve. La segunda del mes. Cubanitos de antaño, la primera de Hindú de vaya a saber qué año y una pista con bola de espejos incluída plagada de gente. Los rugbiers son levemente violentos en pista. Hay que cuidarse.
-Saberte la letra de Celebrate Good times de Kool and the Gang es síntoma de edad, te delata mal.
Freno en seco. Lucho me mira con el habano en la mano y hace gestito de ¿no te digo?. Le estoy por decir algo con respecto al habano y la edad pero tiene razón. Me quedo quieta quietita y además como ya de por sí la detesto es la excusa perfecta para no bailarla. Cambia a Last Train to London o Gloria, que es más o menos lo mismo, y lo miro al Toto con cara de “esta se ve que tampoco”.
-Tampoco. Bailar estas y conocer a Mario Kempes es más o menos lo mismo.

Ni Funky Town, ni apretar, ni reservados. Lucho tiene razón. Entonces me alejo con un vodka tonic y mando mensajes re re re re rapidísimo desde mi Blackberry como si fuese flogger, para compensar.
Azul de Cristián Castro es imperdible y corro de vuelta a la pista. Cuando termina me voy al baño con las chicas (esto no cambia, somos 3 ahí metidas) y mientras chusmeamos improviso un brushing de flequillo.
Cuando vuelvo Perrito se da cuenta y le digo.
-No podés, vos no podés. La hija de puta se hizo un brushing de flequillo en 2 minutos.
Se ríe. En el grupo tengo fama de coqueta. Ahora que lo pienso, coqueta tampoco da.
Indefectiblemente todos los caminos hoy en día conducen al Reggetón. Palmas a la altura de las lolas, una meneadita de cadera y uno que otro saltito que te desplaza apenas. Son los tiempos que corren.