Monday, February 25, 2008

Encadenada

A mí desde chiquita que la palabras me tienen un poco hipnotizada, algo de autoridad total, algo de que "si está escrito, hm..." Yo me creía todas las cartas en cadena por ejemplo. En esa época te llegaban literalmente por correo a tu casa; corrías a abrirlas y te llevabas la desagradable sorpresa del listado de maldiciones que te esperaban si cortabas la cadena.
-Pero dejate de jorobar, no pasa nada. Es todo un invento-me decía mi vieja.
-No, Ma. Acá dice que si no se las mando a 10 amigos pasan cosas horribles.
Ahí le listaba las miserias que caerían sobre nosotras si las cartas no salían al otro día y al menos a 7 personas. Nunca lo hice. Me lo tenían prohibido y con los años las rompía ya antes de abrirlas. Ahora las borro instantáneamente del mail aunque tengo que admitir que reprimo una morbosa curiosidad por leer los años de desamor y desgracias que me esperan sino hago un forward.
Si leo algo escrito, difícilmente me lo olvide, si escucho la palabra, me va a quedar sonando en la cabeza por años y después voy a poder reproducir conversaciones enteras o acordarme de todas las letras de Duran Duran, por ejemplo. Otras veces una palabra me calienta, efectiva y profundamente que es una cosa de locos. Pero hoy, alguien mandó un mail de mierda y a mí se me volvieron a erizar los pelos porque tenía más mala onda que la peor carta en cadena. Lo borré. No lo contesté, pero las últimas palabras me están haciendo eco en la cabeza desde la mañana.
-¿Vos leíste lo que mandó esta pelotuda?
-Es una loca de mierda, relajá. Una egocéntrica. Me enrosca. No da ni un poco.
Entonces cuando confirmás que una, dos, tres personas piensan lo mismo y te afirman que es todo un disparate, se va diluyendo la maldición. Es así. Funciona. La maldición puede diluirse.

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11 Comments:

Anonymous Anonymous said...

ahhhhhhhhhh noooooooooooo ahora la quiero leer

4:44 PM  
Blogger El Canilla said...

meta energia positiva, nomas !!!

4:17 AM  
Blogger PFH said...

Yo guardaba esos mails que venían de ex-funcionarios nigerianos o ex-presidentes congoleños, ofreciendo compartir la guita que habían afanado durante su mandato si les enviabas unos mangos para gastos varios. Me causaban gracia, especialmente cuando leías un informe sobre personas que había perdido todos sus ahorros por haber caído en la trampa...

4:25 AM  
Anonymous Anonymous said...

a palabras necias oídos sordos...aunque cuesta que no resuenen.

Saludos Ch!

marina

6:06 AM  
Blogger Una L said...

a mí también me tenían prohibido reenviar esas cartas que venían en cadena. Es más, mi madre tenía la costumbre de romperlas antes de leerlas. Lo que reforzaba en mí la creencia de que realmente estaban malditas.

y respecto a las palabras, si no me equivoco, era Auster (aunque podría ser otro escritor tb) el que decía que las palabras tienen el poder de modificar la realidad. (yo creo que es así.)

Saludos,
L

6:33 AM  
Blogger Charlotte said...

bien, por romper las cartas con anticipación.
bueno sí, claro y digamos que Lacan también comentó algunas cosillas al respecto.

7:18 AM  
Blogger Al Pachino said...

pfh
creo recordarte de algun curso de actuacion.
Yo te entrene?
Al

11:33 AM  
Anonymous Anonymous said...

Lo loco del caso es que las palabras de los otros nos encadenan, y las palabras de los otros nos liberan. Palabras! Palabras! Palabras! decía Hamlet (y Lacan se forró de guita con las palabras, y el seminario sobre Hamlet)

7:04 PM  
Blogger Vir said...

Charlotte, a veces me impresiono. No es la primera vez que posteamos sucesos casi idénticos y en paralelo.

9:24 AM  
Blogger Elige Tu Propia Aventura said...

..."el misterio me amaga disolverse en la nada"...
pero se ve que se pasa

un saludo grande

12:12 AM  
Blogger Marina Ortiz said...

un orgullo ser tu amiga...el sintoma no vale la pena (or it does)

11:26 AM  

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