Lucy in the Office with Knives
Si K no vuelve rápido de sus vaciones corre el riesgo de abir la puerta de la oficina y encontrarse con el eslabón perdido entre Lady Diana y Lucy, esos huesitos de la primer mujer que encontraron en Etiopía. Salvo que a mí me encontraría vivita y coleando, pero notoriamente cambiada. La soledad de la oficina me ha vuelta una pequeña salvaje.
Cruzo la entrada y pateo unas sandalias de taco; una vuela para un lado, otra para el otro y se hace difícil rastrearlas al final del día. Los motoqueros indefectiblemente me miran los pies descalzos cuando camino por todos lados. Trabajo sentada con la pierna izquierda doblada, el pie apoyado en el asiento de la silla y el codo sobre la rodilla. Un pensador de Rodin en versión trash. Circulo con un lápiz que me ata el pelo que está más largo que nunca y acumulo tazas de café por distintos rincones hasta que llego al límite. La puerta del baño está abierta y el otro día salí con el cierre bajo de mis jeans. (Los de enfrente parecen ser contadores, miran pantallas y suben y bajan carpetas de archivos de papeles. Nada parece interesarles). Llevo el inalámbrico al baño. Para coronar, ayer bajé a comprarme un melón y ante las dificultades de cortarlo con los cuchillos desafiliados que tenemos en la cocina, agarré el cutter que usamos para los cartones montados, le hice una incisión larga y prolija, otra más, corté cuidadosamente la cáscara y así nomás me lo fui comiendo. Me faltó pincharlo con un clip desarmado. Estoy lentamente cayendo en el salvajismo y me quedan cuatro días para civilizarme.
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9 Comments:
QUé felicidad, qué placer que no vuelva nada!
Estimada Ch, yo te ando descalza en las oficinas en las que trabajo, aún con gente y con dueños que no son socios míos! Casi que menos lo del melón, el baño y el tel, te las hago todas con gente cerca, qué barbaridad, qué falta de pudor!
ff
Yo supe andar descalzo entre los pisos 3 y 4 de JWT. Y en mis últimos laburos, a veces ando con un pié calzado y otro no, como rengo.
Qué alivio, ya me estaba acomplejando. Empecé a trocar el 1º de Febrero. Ahora miro a mi alrededor y veo cáscaras de una naranja, una botella de agua mineral en el piso, una ojota y al perro -me lo traigo cuando estoy sola- jugando con la otra. Soy una cochina.
Bueno Charlotte, al menos en la foto se la ve bronceada...
Nahhh, rubia !!
Tanto así ???
Muy buena parodia de "El Proceso". A veces me pregunto si habrá destino o si será simplemente una relación de destino que establecen las mentes humanas como una categoría más al mejor estilo kantiano. La categoría de “destinización”, aquella que nos permite tener en la falda una revista Ñ de Noviembre de 2007 y decidir hojearla, descubrir que hay un blog que versiona libremente a Hamlet, entrar, justo hoy que estrenabas blog, toparte con una parodia de Kafka y pensar en todas las cosas que debieron pasar antes de estar allí en ese momento. Digo, son las dos de la mañana y debería estar durmiendo, un final de Epistemología me espera en pocos días y aún no he leído nada. Sin embargo, por una casualidad que ni Cortazar ni yo intentamos comprender estoy aquí trasnochando y escribiendo como un loco ante una desconocida. Y es que pienso que si esa tarde de sábado no me hubiera vestido para ir al kiosco, o tal vez si la noche de viernes no hubiera sido tan larga (suelo comprar la Ñ cuando vuelvo tarde a casa y los porteros de los edificios manguerean mis pisadas), no estaría hoy aquí escribiendo esto. Debí leer "El proceso" con anterioridad para entender tu posteo, del mismo modo que debí comenzar a trabajar, mes atrás, para darme cuenta que lo mío no era la sociología, que sería más feliz con mi música. Por todo eso es que me parece excesivo hablar de casualidades. Pero mi parte más cerebral, la que despierta sueños y adormece ilusiones, bien sabe que cualquier coincidencia no es más que una categoría al mejor estilo kantiano.
http://lascosasqueescribo.blogspot.com
aburrido!!!!!!!!!! (como diria homero simpson)
el melón con cutter me mató.
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