Certezas 2. Esas leyes que rigen mi mundo
A mi me pasan cosas raras, muy raras. A veces no sé si son cosas que suceden siempre en todos los hogares o si yo tengo cierta atracción por esas situaciones bizarras. El sábado por ejemplo, en un asado familiar, el perro de la casa le llevó a la dueña una bombachita negra con encaje y un moñito de seda color crema. Cuando la rescataron de las fauces y la levantaron frente a todos los familiares para que alguien la reconozca tuve que admitir que sí, que era mía. Tenía la etiquetita rosa de Forever XXI y todavía no tengo la menos idea de cómo terminó ahí, ni así.
-Es que siempre llevo una de repuesto.
Lame explanation. Toti lo encontró extraño pero no preguntó más.
-Bueno, hija mía. Lo importante es que siempre lleves una puesta al menos.
Mi padre es lo más. A veces, claro.
Las ganas de hacer determinado programa atentan contra las posibilidades de que ese programa se dé. Hay que eliminarlo como posibilidad para que suceda. Pero tiene que ser auténtico, sino no sale.
Buenos Aires es gigante, demasiado y basta para que no quieras ver a alguien en particular para que te lo encuentres un promedio de 3 veces en una semana.
Es mejor el porn amateur que el pro, y el de redtube más que el de youporn. También un descubrimiento reciente.
Fibertel es peor que Arnet en Palermo y mejor en el centro. Cuando ponga Arnet en casa y mande a los de Fibertel a dónde les corresponda estar (la mismísima mierda), seguramente funcionará al revés.
El jean que te queda bien recién lavado tiene dos horas de glamour y después decae en bolsa de papa.
El pelo en su estado ideal es todo el día después de habérmelo lavado la noche anterior.
Y así.
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