Sunday, September 21, 2008

Pseudo Silk Kimono






Huddled in the safety of a pseudo silk kimono wearing bracelets of smoke, naked of understanding.
Por un momento creí estar de acuerdo con Marillion y me convencí de que cualquiera de mis dos kimonos era una opción segura. Hasta pensé en levantarme el pelo en un rodete con mis palitos pero después temí verme colocada detrás de alguna barra de sushi cortando sashimi en pleno casamiento. Desistí. Dejé las opciones de kimono encima de la cama. Revisé frenéticamente mi placard en bolas, con el pelo chorreando, odiándome por haber dejado todo para último minuto y con unos tacos negros como única decisión de vestuario. Después, repitiendo lo que toda mujer repite un viernes a la noche antes de salir sin haber pasado por el shopping: ¡No tengo un carajo qué ponerme!
F me charla por teléfono mientras yo pruebo opciones y relato.
-No tengo ropa, literalmente. NO TENGO RO PA. Decí, boluda que la moda de ahora es un divague y cualquiera manda cualquiera. Iba por el kimono pero vos víste, no sé si da para la Rural. De repente me mandaban a repartir Niguiris atrás de la barra. Sale strapless negro con un coso de Anthropologie…
-¿Qué coso?
-Un coso trasparentón. Ah, y el collar que le tengo que devolver a V que me vuelve a sacar de un apuro.
Llego a la iglesia tarde, muy tarde. Los novios ya están en el altar. Una señora entra con su marido todavía más tarde que yo. Lo mira con cara de angustia.
-Es con misa.
Le hago señas con la cara para que se tranquilice, le digo que no, que no se preocupe, que es un salmo nomás. Cuando los novios salen agarrados del brazo, un señor alto que habrá sido buenmozo en su época trata de desplazarse despacio hasta el costado para verlos salir. Lo miro y creo que tiene Parkinson. Su hijo lo lleva del brazo y me pregunta si los dejo pasar. Instantáneamente me corro y dejo que el señor me tape la ya poca visión que tengo dese mi altura. El hijo le sostiene la espalda. A mí se me escapa un lagrimón y ni siquiera llegué a ver a la novia.
La mesa es una mesa 100% local. No hay una sola cara que no conozca. Tranquilidad. Parejita, parejita, parejita, parejita, otra más, el solterito canchero y yo. Hermano menor de íntimo amigo. Casi un hermano, un primo.
Sorprendentemente los pibes balón se comportan y sorprendentemente el DJ no arranca con:
a) be sure it´s true, when you say I love you.
b) Start spreading the news…
c) Insertar opción predecible.
Bailo. Conforme con haber dejado el kimono en casa. Saludo gente. Bailo un poco más y nuevamente repito la misma frase que digo cada vez.
¿Porqué mierda me habré puesto estos tacos?

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7 Comments:

Anonymous Anonymous said...

QUE LINDOS HOMBROS, CHARLOTTE.

11:16 AM  
Anonymous Anonymous said...

Estaba linda, pero yo re hubiese ido por el kimono, baby.

12:42 PM  
Blogger PFH said...

¿Mirá si el DJ ponía Pseudo Silk Kimono? ¡Qué miedo nene!

1:54 PM  
Anonymous Anonymous said...

uh, qué bien Ud.
iba a dejar un lindo comment pero se acaba d convertir en un futuro mail lleno de flores que nada tiene que ver con esta cosa triglicérida del día de la primavera.

varios besos justo arriba del collar de V.

3:18 PM  
Anonymous Anonymous said...

Un auténtico "post Charlotte", me encanta.

3:35 PM  
Blogger Gabyta said...

Dios mío, de sólo pensar en el martirio de los tacos se me caen las lágrimas...!

5:59 PM  
Blogger j. said...

Morí de risa. Ahora quiero saber qué pasó con el primo soltero!

8:10 AM  

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