Wednesday, October 31, 2012

40 años después

Mis padres se casaron en una capillita diminuta de Martínez, Santa María de La Lucila, que ahora que lo pienso es La Lucila porque es a unas cuadras de Paraná que todos sabemos es la calle que divide una localidad de la otra. Santa María de La Lucila está en el medio de una placita, tiene un jardín en el que en esos tiempos (hace 50 años) podías hacer la fiesta y es una construcción “simple y austera” según las palabras de mi propia madre. Supongo que Toti accedió a casarse ahí a pedido de ella y ella lo habrá pedido para que sus padres no le rompan demasiado. Creo que desaprobaban la elección de marido. Mi madre tenía puesto un vestidito de broderie mini -en esa época las chicas se casaban en minifalda- del que nunca vi una foto pero usaba para disfrazarme de chica (también de líneas simples y austeras como la capilla en la que se casó). Tampoco hay fotos de la fiesta. Tal vez una filmación desaparecida ya que los cameramen que mi padre, el director de cine, había contratado para la ocasión se empedaron y perdieron las tortas (de película, no de boda).
Mi madre eligió la misma capilla para bautizarme, 10 años después, cuando yo era bastante grandecita. Tendría un año. En las fotos tengo rulitos dorados y zapatos pequeñísimos con agujeritos. Y cara de terror. Mi padre hizo algún papelón durante el evento, seguramente cuestionando la presencia del pecado original en su ser angelado o presentándose como "Toti, qué tal muchos gusto encantado" cuando alguien se acercaba a darle la paz como lo hizo en mi comunión. Esa fue la segunda vez que me convencí que terminaríamos todos ardiendo en el infierno de los herejes.
Mi madre me dice que volviendo de una reunión en Olivos ayer, pasó por la puerta de Santa María de La Lucila y decidió entrar unos 40 años después. Parece que el lugar sigue igual, la misma austeridad, las mismas paredes blancas. Dice que se sentó un rato, pensó en lo que había pasado ahí tantos años atrás, su casamiento, mi bautismo, en los que ya no estaban, en que ella sigue de pie, agradeció otro tanto (no es una mujer religiosa) y caminó el resto del camino hasta su casa.
40 años después.

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Monday, October 29, 2012

Missed you


Vodka Tonic, te extrañaba.
Me enorgullece particularmente que en mi heladera nunca falte hielo. Todas las hieleras llenas. Listas. Como debe ser.

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Wednesday, October 17, 2012

Fairy Godmother


De hadita no tengo nada, de madrina bastante. Cocino para mi ahijada y su familia, un ceviche enorme. Somos 20. Cada tanto ella se asoma a la cocina y manotea uno de los langostinos picantísimos que hice para las entradas y pone carita de me encanta el picante. Me sorprendo. Su hermano (que me lleva no sé cuántas cabezas y viene todo empapado de la calle) roba láminas del tiradito de salmón por izquierda. Su padre disimuladamente me charla por un lado y se lleva dos langostinos a la boca, mira al cielo y pronuncia "Charlotte, te amo". Mi amiga me sigue sirviendo Delice mientras cocino a pesar de que le aviso que "estoy tomando de sed, Sonia, please" y me mira picar el cilantro. Hay un curry de camarones y leche de coco humeando y está todo listo. Antes de desaparecer en su cuarto a probarse su short de 47 St, mi ahijada me abraza (enorme y ya tan mina que me emociona) y me dice que me quiere. Opto por evitarle el cliché ese de "cuando eras una bebita diminuta y recién nacida..." y la abrazo. Mucho más sencillo. Al pan pan y al ceviche cilantro.

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Wednesday, October 10, 2012

A las 10 menos 10

Me llama mi madre.
-A esta hora nacíste, exactamente. Habíamos ido a ver a los Globe Trotters con Toti, no me acuerdo dónde...nos tuvimos que ir antes, un rato de trabajo de parto y exactamente a esta hora nacías.
Matter of fatedly, de la forma que mi madre recuerda las cosas, aún esos eventos importantes. Qué narcisismo el mío que supongo que este iba a estar entre ellos. Secretamente sé que sí.
Yo siempre lo digo, "vos no me quisíste porque fui tu hija, vos me quisíste porque fui yo, con nombre y apellido". Y es algo así también.
La gente se acaba de ir. Quedaron las velas humeando, ni un bocado de ceviche (me amo por haber hecho bien los cálculos) el olor a vino y champagne y las risas. Muchas. Me gustan las risas en mi casa.
Tengo una linda vida.
Con cosas de mierda.
Y a veces llanto y miedos.
Pero es una linda vida.
Me lo recuerdo para cuando no recuerde.

10 del 10

Sí, sumando a la tremenda cantidad de mensajes tuiteros, habilito acá también así los leo in the years to come cuando diga "sí, yo tenía un blog".
Love