Las gotas caen insoportablemente lentas. Mamá las mira caer con tanta concentración y cara de tedio que me hace reír.
-Dejá de mirarlas así que no es un reloj de arena.
Revolea los ojos. Todo es tan raro. Pasado el shock inicial en dos segundos uno se hace habitué de lugar, el box de la quimioterapia, las enfermeras que entran, la señora del box de al lado que escucha Utilísima un poco fuerte y un segundo más de Choly Berreteaga que puede llevarme a la locura. Mamá tiene un librito de García Márquez en la falda. Debe ser una de las pocas veces en mi vida que la veo leer en castellano.
- They say he´s out. Won’t write again. Chemo, le hicieron y lo dejó así.
- Bueno Ma, he’s 80 anyway…
La veo hacer cálculos mentales y el "veneno este". No es una persona con demasiado humor, eso más bien me lo debo haber llevado yo en su embarazo, pero ahora está con una acidez que es entre tierna y graciosa. La cuido en una forma muy natural, hago lo que hay que hacer (a veces más también), estoy parada al lado, acompaño. Nada es un esfuerzo. Estamos al día. No tenemos cuentas pendientes; las que tuvimos (enormes) se saldaron increíblemente bien hace tiempo.
La veo chiquita en su sillón. Tiene una brazo extendido sobre el costado y se queja de que tiene la mano fría. Me acerco y meto su mano adentro de la manga de mi sweater así con la palma toca mi brazo llegando casi al codo y se calienta y la lana la cubre por encima. La siento helada. Pensamientos nefastos, cosas innombrables. De a poco el calor va pasando y en algún momento nos igualamos y tenemos la misma temperatura. Ya está. Saco su brazo con cuidado para no joder la vía que tiene y la tapo con una pashmina que tiene ahí.
-Encima tengo que hacer pis cada dos minutos.
-Vas dos litros, ¿qué esperabas?
-Bueno, pero esto va a la vena no a la vejiga...
Estamos por tener una de esas conversaciones Medicina 101 pero se da cuenta antes y se levanta al baño empujando cancherísima el suero en su mástil rodado. Como nos tenemos que comer el volumen de la de al lado, también pusimos Utilísima y Choly hace cocina fácil en estéreo. Para compensar le cuento del menú de Tegui de la otra noche con Gaston y los malfatti que cociné para los chicos.
-¿Náuseas?
-Cero. I feel fine. Not a thing. Pero tampoco sentía nada antes. Es tan raro esto de andar con el enemigo adentro.
Por suerte se siente bien. Alguien interrumpe y reemplaza una bolsita. Pregunta qué es y yo me acerco y leo. Pasa lentamente.
Cuando caminamos por la calle hace frío y nos sentamos a tomar un té en Tea Connection por ahí cerca. Hay una mujer con su hija, la mujer tiene un turbante hecho con un Hermes. Las miro. ¿Siempre estuvieron ahí? Digo, esas hijas con esas madres y el enemigo rondando.
Atención selectiva pienso.
Y pienso que he vuelto a escribir. Eso también.
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