No hay mal que
Cuando le llevo unas cosas a mi viejo no resisto ese abrazo que me quiere dar siempre (y yo mantengo alejadito como haciendo una palanca disimulada) y me dejo abrazar. Y lloro. Y en mejores palabras le digo que le agradezco que no me rompa las pelotas y me deje cuidar a mi vieja como lo está haciendo. Y el abraza más fuerte que de costumbre (supongo que feliz de que me deje y lo deje actuar de padre), me deja llorar, llora un poco sin ruido y me dice algo así como "cuánto te quiero yo a vos, carozo" y después me dice gracias, por cuidar a mi vieja. Que raro es todo.
2 Comments:
No es raro, es amor. Cursi pero real...
Qué lindo volver a ser nena un rato! Beso - Annita
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