Mujeres de lindos pies
-Es un
lindo trapo ese.
Asumo
que se refiere a la pollera esta, desflecada en el dobladillo. Los dos miramos a
la vez hacia abajo.
-Tenés
lindos pies vos, como tu madre. Hay que cuidar los pies.
Mi
padre tiene esta obsesión con los pies. Cada
vez que tengo sandalias (que es más o menos todo el verano) me los mira
con cuidado y va comprobando año a año que están igual o parecidos a lo que se
veían cuando era chica. Supongo que sufre los propios, como muchas otras cosas
pasadas los ochenta pero los pies le preocupan particularmente. Siempre me dio
gracia. De chica nos criticaba a mi madre y a mí por andar todo el veranos
descalzas. “Como dos indias” decía. Después
venían los largos cuentos acerca de las bailarinas y sus pies dañados. No sé en qué momento vio tantos pies. O tantas bailarinas.
Cuando yo tomaba clases de ballet, me apuraba a llegar antes al vestuario para sentarme al lado de la profesora (Poli, una colorada longilinea que didn’t quite make it to the Colón) y poder ver bien de cerca cuando se sacaba las zapatillas de punta. Miraba desde mi banco, con las patitas colgando, cómo Poli iba desatando con una habilidad envidiable las cintas de raso rosa Dior, se bajaba las polainas y descubría un pie. Era un pie sufrido, claro, años de estar parado de punta, pero era un pie de bailarina y en algún lugar su falta de perfección lo hacía más lindo. Aún así, abandoné el ballet tempranamente. Era buena en la barra y en el centro pero como en el piano, la disciplina y el esfuerzo no eran lo mío y me di cuenta rápido.
Cuando yo tomaba clases de ballet, me apuraba a llegar antes al vestuario para sentarme al lado de la profesora (Poli, una colorada longilinea que didn’t quite make it to the Colón) y poder ver bien de cerca cuando se sacaba las zapatillas de punta. Miraba desde mi banco, con las patitas colgando, cómo Poli iba desatando con una habilidad envidiable las cintas de raso rosa Dior, se bajaba las polainas y descubría un pie. Era un pie sufrido, claro, años de estar parado de punta, pero era un pie de bailarina y en algún lugar su falta de perfección lo hacía más lindo. Aún así, abandoné el ballet tempranamente. Era buena en la barra y en el centro pero como en el piano, la disciplina y el esfuerzo no eran lo mío y me di cuenta rápido.
Mi padre
hace que ponga el pie de costado.
-Tenés
buen arco.
Y se
supone que yo debería estar orgullosa de mi buen arco. Ya hemos tenido esta
conversación varias veces. Se repite. Pasamos por los pies de mi madre, las
bailarinas, reviso su medicación.
-Te
falta Levofloxacina y un Madopar más, de esos tomás 5 por día…
Se
sorprende.
-¿Cómo
sabés?
-Porque
sé, Toti, porque sé.
Y anoto.
Eso y Rifampicina. Lo abrazo largo y bajamos juntos. Me felicito por la
normalidad con la que me manejo. Se va a su café con Quique. “Son novios” le
digo. Se ríe y camina bastante
destartalado hasta Austria siempre al borde de desmoronarse. Cada dos o tres pasos mira para atrás para verificar
que yo esté bien. Cada dos o tres pasos yo me doy vuelta para lo mismo.
Labels: Herencia, Me adorable me, Mother, Toti
19 Comments:
hermoso!
La escena final me llegó al corazón.
Saludos.
Genial. No dejes de escribir(nos) nunca.
Poli... una institución. Tiene como 70 y le da al tango como ninguna!
Así que también fuiste a lo de las Lemos ahí en Pelliza y la vía?.
Ay, Char! Levantarme y leerte me llegó al corazón. Gracias. Ah! Te recomiendo un libro (habla de los pies y de otras cosas, claro) Lisa Si (china) ¨El abanico de seda¨. Creo que te va a gustar. Beso. AC
Gracias! Por ahora no pienso dejar de escribir, ja.
Era lo de las Lemos? Debería preguntarle a mi madre, pero sí era sobre Pelliza, llegando a "la vía muerta". Poli me parecía una belleza total total. Baila tango ahora?
lovely, as usual.
Padre, hija...me hiciste llorar
Padre, hija...me hiciste llorar
que hermoso post!!! me recordaste los pies de mi madre, bailarina. Sus dedos amontonados, sus complejos cuando dejó de bailar de mostrar sus pies en sandalias...
Hacés poesía en lo cotidiano, gracias!
No llores, Gaby.
gracias, Marietta!
Poli nunca abandonó el clásico, pero incursionó en el tango, y de verdad que lo baila muy "vistoso" y "bonito" por decirlo de algún modo.
Ya es una señora mayor, y no lo parece, de verdad. Conserva un gran estilo.
estos posts tuyos me matan nena
qué lindo!!!!
que lindooooooooo!
Gracias!
Buenisimo como todos tus posts.
Consulta tecnica: Dermaglos crema o emulsion para la piel seca? Gracias
Dermaglós crema para la car. La uso desde los 10 años...
Gracias por el dato. Tenes una piel barbara.
Maria
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