I´ve got it down to a fine art
No me gusta que me llamen a decirme Toti no está bien. En algún lugar es como si yo no hiciese lo necesario para evitar que una cadera envejezca, para asegurar que el tembleque se detenga o desacelerar una respiración agitada. Porque creo que hice. ¿Todo? No sé, no creo tampoco.
Qué buen invento esto de la culpa, un mecanismo casi perfecto. No falla nunca.
Qué buen invento esto de la culpa, un mecanismo casi perfecto. No falla nunca.
Labels: Herencia, The Parkinson's Journal
8 Comments:
la culpa...para mí es un buen invento de los padres...
y vos, suerte que te ayuda El Sr. Transferencia...yo no me animo a que me ayuden y me la guardo para mí sola.
y eso que nos sos escorpiana...
nunca, nadie, va a poder expropiar del pueblo de jhavé la patria potestad de la culpa, es nuestra, así lo ha sido por casi 6 mil años a fuerzas de mammes descompuestas y tradiciones rotas, nadie se atreva, a tocar a mi culpa, porque mi vieja, es lo más grande que hay, decía yeudi napolitano
charlotte, cada vez que ando por el centro me agaarran ganas de encontrarme con Ud. para charlar pavadas en algún bar.
Lástima que nunca me animé a mandarle el mail correspondiente.
Ud. qué opina, tendría que hacerlo?
Francisco
Una merda la culpa, una merda.
La Culpa es suculenta, tremenda, gelatinosa, tiene muchas caras y patina cuando la querés agarrar. Tiene ventajas. Su esencia le da ventajas.
Y eso q no sos ariana.
No se puede decir mucho. La culpa es un mecanismo perfecto. Y siempre quedamos enredados en sus engranajes.
No pida permiso, Francisco.
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