Encuentros cercanos del tercer tipo
Subimos a la terraza. Había una mesa larga esperando de la que no reconocí a nadie pero no me importó. Mucha minita boba, haciendo chiste bobo, hablando a los gritos y pidiendo “girlie drinks” que me deprimen. Straight Vodka en una caipiroska tiene más personalidad, las chirucitas balbuceaban incoherencias y se le cuelgan del cuello al cumpleañero. Yo me posiciono a la distancia porque no pienso participar del aquelarre. Queda un espacio vacío, un temible espacio vacío que por una extranísima razón se llena con el ex marido de Nicole Neumann en musculosa negra y pelos húmedos.
-Nacho, Charlotte, Charlotte, Nacho.
K me dice que pensaba que era Arjona. La miro con cara de “no one would care, either way” y le explico que Arjona es un cache también pero no es local y prometo “brief her on the juicy details” en la vuelta en el taxi.
Cargo una enorme bolsa verde flúo que grita Falabella y es mucho más botona que la violeta del sex shop de Lavalle. No hay taxis que paren, el que para me lo roba una pareja carioca que se come una puteada porteña y me veo obligada a caminar las cuadras hasta mi oficina , cargadísima por Florida. En el camino choco con a) turistas distraidos, b) yuppies celuleando compulsivamente y para coronar c) una parejita Hare Krishna (sí volvieron y parece que para quedarse!) que intenta venderme el Bagavad gita que juro compré en un aeropuerto durante un viaje a falta de material de lectura. Mi cara lo dijo todo.
No quiero el libro. No tengo planes de conversión al hinduismo en estos días de febrero. ¿No ves que soy una tilinga que camina en tacos con cahivaches para su nuevo burdel? No pienso raparme las crines y lo único que adoptaría es ese sari divino que tenés puesto pero sólo porque el color es lindo y siempre me parecieron sexies como caen así sobre el hombro.
-Nacho, Charlotte, Charlotte, Nacho.
K me dice que pensaba que era Arjona. La miro con cara de “no one would care, either way” y le explico que Arjona es un cache también pero no es local y prometo “brief her on the juicy details” en la vuelta en el taxi.
Cargo una enorme bolsa verde flúo que grita Falabella y es mucho más botona que la violeta del sex shop de Lavalle. No hay taxis que paren, el que para me lo roba una pareja carioca que se come una puteada porteña y me veo obligada a caminar las cuadras hasta mi oficina , cargadísima por Florida. En el camino choco con a) turistas distraidos, b) yuppies celuleando compulsivamente y para coronar c) una parejita Hare Krishna (sí volvieron y parece que para quedarse!) que intenta venderme el Bagavad gita que juro compré en un aeropuerto durante un viaje a falta de material de lectura. Mi cara lo dijo todo.
No quiero el libro. No tengo planes de conversión al hinduismo en estos días de febrero. ¿No ves que soy una tilinga que camina en tacos con cahivaches para su nuevo burdel? No pienso raparme las crines y lo único que adoptaría es ese sari divino que tenés puesto pero sólo porque el color es lindo y siempre me parecieron sexies como caen así sobre el hombro.
Labels: Out in the Town Again
17 Comments:
Ah, sí. Si hay algo deprimente son los “girlie drinks”. Contaminar una noble bebida con algún espantoso jarabe azucarado es una afrenta a la divinidad que indudablemente habita en ella. El snobismo contemporáneo nos está debiendo una "revolución de los varietales" para las bebidas fuertes, para que echarle Ades multifruta (¿existe tal cosa?) a un whisky añejo sea tan mal visto como ponerle hielos a un tinto de calidad.
Otra cosa, si el sari era naranja ni se le ocurra, la tradición dice que aleja a los hombres.
Revolución de los varietales!!! UD ES TODO, MARGARET! ajajajajjaja.
el sari era amarillito bebé en este caso...serían hare krishnas pesificados o desteñidos pero por cualquier cosa no pienso lucir esos saris, che.
Detalles curiosos. Estoy en Miami nuevamente, donde por azar, hace un año y pico, compartí un juego de pool en un antro de Collins y la 18 con el anterior ex marido de Mrs. Neuman. Pero este usaba remera blanca y me dijo entre tacada y tacada, que no era muy copado esto de enterarte por las fotos de las revistas que la chica con la que vivís hace unos cuatro años anda en pelotas revolcándose por la playa con el sosías de Arjona.
Por qué ya nadie bebe Campari?
Coincidencias, bola y supongo que el de anoche estará diciendo lo mismo del anterior y así sucesivamente con las víctimas venideras. La saga Nicole...
El coloradito es adorable, es verdad Mae. Es más, mañana compro Campari, le corto unas naranjitas y un chorro de algo y listo. Es que el Campari fue hecho para ser mezclaro, esa es la idea...
¡Levante la mano el que desea postular a nuestra amiga Charlotte como nueva compañera del arriba mencionado para la campaña de Class Life o Alpine Skate o lo que fuera!
"No tengo planes de conversión al hinduismo en estos días de febrero. ¿No ves que soy una tilinga que camina en tacos con cahivaches para su nuevo burdel?"
¿cómo no estar irremediablemente enamorado de usted cuando escribe así...?
AE, ehm...me parece que Mrs/ Neuman lucicría las prendas deportivas muchísimo mejor pero bueno, le agradezco el voto de confianza. jajajjaa. Ah, ahora estoy con otro libro que merece escaneo de página, después le mando.
ay, gracias admirador anónimo.
lo mismo digo mae, y en todo caso un Negroni
Cuando quieras, intercambiamos tragos con Campari!
Al Hare Krishna no hay que comprarle: hay que venderle.
Estimada Rubia........
Solamente saludos ...
solo-yo
ciertamente, creo que en blade runner aparecen los hare krishna insinuándose indestructibles. pero son más cool que los mormones, y ni hablar de los testigos de jehova que tienen un look "jabón de lavar la ropa" que me da más miedo que las estatuas humanas y ni hablar de arjona que como los stones de los años 60 y la heroína, tiene una adicción grave a las cremas de enjuague. ay, el futuro ya no es lo que era...
los mormones son más cool que los krishnas, che! después de tarantino no hay con qué darles. elder jones forever!
Nacho.. qué depresión...
Ch. Qué buen post amiga! me gusta cómo escribe
besos
Chicos:
Hablando de Nicole, leyeron el cuento que escribió Chechus? Está en producciones La Loba, junto con otras joyitas
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