Rutinas
Una rutina que de de no ser porque no, yo diría que sí, que es medio obsesiva compulsiva. Entro a casa y no pueden pasar dos segundos que me tengo que sacar las sandalias-las pateo irrespetuosamente- y unos segundos más y se va la parte de abajo de lo que sea que tenga puesto ese día. Después abro la heladera, tomo agua, esquivo las prendas tiradas en el piso (jamás se me ocurriría levantarlas en esta instancia) y con la botella de agua en una mano y levantando los mensajes del teléfono con la otra, me las arreglo para prender el botón de encendido de la Mac que está al costado y me quedo esperando unos segundos hasta que haga el ruidito habitual de arranque y veo la ruedita en la pantalla.
Anoche llegué tarde pero igualmente repetí la rutina tal cual. Después subí a mi cuarto y me colgué demasiado con una película (francesa asumo, estaba Juliette Binoche) de esas historias de amor en plena guerra. Acá caigo mortalmente en el cliché y nada me puede gustar más que esos protagonistas que se tienen ganas por casi toda la película y se rozan y se miran y posponen hasta lo insostenible. Ese longing (de nuevo, quiero una palabra para longing). Así me gustan las historias y finalmente los besos y la urgencia, la urgencia.
Y después porque a Cablevisión se le ocurrió cambiar todo de lugar, me quedo por minutos tratando de descubrir si se trata de Venus y entrever algo en una pantalla que se mueve como un agua viva y donde la gente es verde y deformada. Opto por dormirme.
Anoche llegué tarde pero igualmente repetí la rutina tal cual. Después subí a mi cuarto y me colgué demasiado con una película (francesa asumo, estaba Juliette Binoche) de esas historias de amor en plena guerra. Acá caigo mortalmente en el cliché y nada me puede gustar más que esos protagonistas que se tienen ganas por casi toda la película y se rozan y se miran y posponen hasta lo insostenible. Ese longing (de nuevo, quiero una palabra para longing). Así me gustan las historias y finalmente los besos y la urgencia, la urgencia.
Y después porque a Cablevisión se le ocurrió cambiar todo de lugar, me quedo por minutos tratando de descubrir si se trata de Venus y entrever algo en una pantalla que se mueve como un agua viva y donde la gente es verde y deformada. Opto por dormirme.
22 Comments:
Me recuerda a los niños que llegan del cole y se sacan la mochila de los hombros a la misma vez que la campera. Todo cae al suelo, cerca de la puerta de entrada, haciendo mucho ruido.
hay charlotte, cuanto dicen sus escritos ultimamente,...espero que este año sea muy bueno para ud, y no me refiero a el laburo...
saludos
Es que vengo haciendo esto desde que iba al colegio con mochila, hablalaotra! jajja.
Gracias, tano. Espero lo mismo...
acaso insinúa usted jovencita que el deseo es una postergacion infinita? que el deseo, como la revoluciòn, mueren junto a su realización? esta juventud...
está en uno intentar romper la rutina, a veces se compica, pero siempre hay otro camino.
saludos.
Primero, lázaro, agradezco lo de jovencita. después de eso le permito cualquier cosa.
ANHELAR
hm, not quite...en mi opinión.
La palabra perfecta debería contemplar el deseo, la postergación deliberada del mismo (aka histeriqueo) y la confianza en la concreción final del mismo.
Es como si lo tuvieras el arco vacío enfrente y en vez de hacer el gol esperaras a que volviera el arquero y tres defensores para esquivarlos y ahí sí, marcar.
Tengo algo muy interesante para decir pero voy a hacer longing primero.
La expresión que se aplica para eso, en las películas, en las novelas, y porque no en la vida real, es "tensión sexual", que se da entre las dos personas.
ROX
perfecto Koly, perfecto. Pero no haga longing, che, mane, mande!!
Sí, rox, pero el longing no es exclusivamente sexual, de hecho ni siquiera se aplica exclusivamente a una sensación que se tiene por una persona, puede ser un lugar, por un estado...
coincidimos igual que la "tensión sexual" es extraordinaria, claro!
Sí, pero hay matices en esta tensión.
Justamente, el otro ejemplo que quería dar es el de la creación de un documento. Toda vez que me tocó llegar cerca de un deadline para un trabajo importante (un paper para alguna conferencia afuera, un ppt para un auditorio grande o importante, etc), me embarcaba en lo que luego llamaría un "raid de formatos".
En esa instancia cambiaría mil veces el font, los colores, el background, los hipervínculos, el hilo conductor de la charla. Todo, demorando el "qué", lo más importante, en un estado de autosaboteo contra aquello que no desaba enfrentar en ese momento.
Les dejo las analogías que quieran hacer, pero creo que mis "raids de formatos" son también una forma de longing.
ah, pero el "longing" yo lo asocio a algo en extremo positivo... tiene algo de anticipación, hm... me deja que lo piense?
Clarice, la escena del agua mientras camina por su casa quitándose la ropa es copyright 1985 Fragancias Cannon para su producto "Colbert Noir".
Agrego al comment anterior: con música de Laurie Anderson ("Born, never asked").
Extrañamente acaban de reponer ese comercial. Colbert se quedó sin budget publicitario o apela a un sentimiento retro.
No, fue el Banco Hipotecario para su campaña "Dueño". Ofreció a Cannon reeditar el comercial en conjunto, puesto que da con el cliché que sigue la línea "Dueño".
Exacto.
No hay palabra para longing. Quizas sea "nostalgia" mezclada con "extrañar algo", con "muchas ganas de".
no hay palabra para muchas cosas en castellano y sobran palabras para otras...
y quizás las haya y no suenan tan bien como su sinonimo en inglés.
Recién lei los otros comments y voto por ANHELAR. Creo que es lo que más se le aproxima, aunque sigue no siendo exacto.
sí, sí, pero no es una única palabra, víste?
añorar..
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