Business as usual
Ahora resulta que soy fan del snoozing. Pongo la alarma del celular varios minutos antes (casi media hora) y después me flagelo por un rato largo disfrutando de ese sueño robado. Es una cuestión perceptiva. Antes dormía hasta el último minuto y después me vestía y salía en cinco.
Lo único que pulí con lo años son los tiempos de chapa y pintura. Reduje el make up a los básicos, base, rimel, rubor, delineado de labios y brillo. En días como hoy el flequillo se agarra con hebillita al costado y fin del drama. “You got it down to a fine art” diría mi madre.
La ropa la fantaseo un poco la noche anterior antes de cerrar los ojos. Elijo entre lo apto para el día y lo disponible en el grupo de “ropa limpia”. Este último se redujo bastante porque el Laverap de enfrente me dejó todo como para la Barbie. El atuendo final lo confirmo con los dígitos en el margen derecho de la pantalla de TN y sobre todo con los porcentuales de humedad.
Hoy, pollera marrón de corderoy finito, campera de jean, tapado y botas marrones bajas. En el café de Cerrito y Santa Fe me pido mi café con más leche que café para llevar y dos sobrecitos de Hileret. La secretaria de mi alumno -inquisidora como todas- me hace las mismas preguntas de todos los miércoles y ya no le tengo paciencia. Le voy contestando mientras camino sin perder el ritmo. No tolera que me deje entrar sola a la oficina sin su escolta. Cuando llego a la puerta me doy vuelta, le sonrío y se la cierro en la cara. No entiendo como no se cansa de esta rutina de poder a la que jugamos semanalmente.
Lo único que pulí con lo años son los tiempos de chapa y pintura. Reduje el make up a los básicos, base, rimel, rubor, delineado de labios y brillo. En días como hoy el flequillo se agarra con hebillita al costado y fin del drama. “You got it down to a fine art” diría mi madre.
La ropa la fantaseo un poco la noche anterior antes de cerrar los ojos. Elijo entre lo apto para el día y lo disponible en el grupo de “ropa limpia”. Este último se redujo bastante porque el Laverap de enfrente me dejó todo como para la Barbie. El atuendo final lo confirmo con los dígitos en el margen derecho de la pantalla de TN y sobre todo con los porcentuales de humedad.
Hoy, pollera marrón de corderoy finito, campera de jean, tapado y botas marrones bajas. En el café de Cerrito y Santa Fe me pido mi café con más leche que café para llevar y dos sobrecitos de Hileret. La secretaria de mi alumno -inquisidora como todas- me hace las mismas preguntas de todos los miércoles y ya no le tengo paciencia. Le voy contestando mientras camino sin perder el ritmo. No tolera que me deje entrar sola a la oficina sin su escolta. Cuando llego a la puerta me doy vuelta, le sonrío y se la cierro en la cara. No entiendo como no se cansa de esta rutina de poder a la que jugamos semanalmente.
9 Comments:
Snoozear es todo! Bien podríamos dormir juntos , Charlotte.
JAJAJA!! yo cuando iba a la facultad ponía el despertador a las 5am, lo apagaba y lo ponía otra vez a las 8am. Qué placer pensar que todavía te quedan 3 horas más para dormir!!! es lo más!
tres horas antes es una locura!!!!!!! eso es un flagelo posta!!!!
una impecabilidaaaaaà, ana belèn
clásico comportamiento de cescretaria.
El uso del snooze casi equivale a quedarme dormido. Dejo que suene la primera alarma, aprieto el snooze, y acto seguido me levanto casi a la hora en que debiera estar en la oficina leyendo los mails.
Odio snoozear... al fin y al cabo, termino durmiendo menos de lo que dormiría, y estoy todo el tiempo paranoico de si no me dormí y me pasé...
prefiero el todo o nada - qué pena Charlotte, no seríamos buenos compañeros de cama. Todo para nada...
A mi me pasa igual y me gusta snoozear media hora. Pongo el reloj con media hora en la primer alarma y siento que le robo un poco de sueño al tiempo. Claro, que no es muy buena idea porque siempre me sobresalto pensando que me quedé dormida y me levanto a último minuto. Lo que sí voy a incorporar es lo de preparar la ropa para el día siguiente la noche anterior. Eso ayuda, sin dudas, a ganar tiempo.
El mecanismo de la secretaria que contás es el típico de toda secretaria, celos de su puesto y de su jefe. Y seguramente envidia de tu café.
Salud2!
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