In The Shell
Hay temas, seguramente discos enteros, que sólo pueden remitirte a un lugar, un día una noche, una hora, una situación y nunca más a ninguna otra cosa aunque los vuelvas a escuchar mil veces.
De casualidad mi playlist termina y iTunes me pasea por Dead Can Dance, específicamente The Serpent´s Egg (el disco) y es una noche en verano, en la terraza de ese PH que alquilaba A en el bajo de Belgrano. Éramos chicas, fumábamos en cadena, prendíamos fuegos en la terraza, escuchábamos Dead Can Dance y arreglábamos si no el mundo, al menos nuestras para nada unventful lives.
Horas.
Hablando y hablando alrededor del fuego mirando la luna en una casa con telas indias que colgaban desde el techo y en los rincones, olor a incienso y una terraza llena de plantas que hasta tenía una bañadera antigua con patas para refrescarse en verano a la luz de las estrellas.
Eso, Dead Can Dance en el Bajo de Belgrano.
Y después, me acuerdo de la tapa del disco. Cada vez que la miro me vuelve esa edición de Julius Caesar (con notas como la mayoría de los anotated versions de Shakespeare) de tapa verde musgo que nos entregaron a principio de año y en la que obviamente había subrayado eso de Brutus diciendo:
And therefore think him as a serpent’s egg—
Which, hatched, would as his kind grow mischievous—
And kill him in the shell.
In the shell. Julio César apuñalado, Beware the Ides of March, Dead Can Dance, fuego, luna, Belgrano, Shakespeare, olor a incienso… Una cadena más o menos así.
Presa en recuerdos teledirigidos.
De casualidad mi playlist termina y iTunes me pasea por Dead Can Dance, específicamente The Serpent´s Egg (el disco) y es una noche en verano, en la terraza de ese PH que alquilaba A en el bajo de Belgrano. Éramos chicas, fumábamos en cadena, prendíamos fuegos en la terraza, escuchábamos Dead Can Dance y arreglábamos si no el mundo, al menos nuestras para nada unventful lives.
Horas.
Hablando y hablando alrededor del fuego mirando la luna en una casa con telas indias que colgaban desde el techo y en los rincones, olor a incienso y una terraza llena de plantas que hasta tenía una bañadera antigua con patas para refrescarse en verano a la luz de las estrellas.
Eso, Dead Can Dance en el Bajo de Belgrano.
Y después, me acuerdo de la tapa del disco. Cada vez que la miro me vuelve esa edición de Julius Caesar (con notas como la mayoría de los anotated versions de Shakespeare) de tapa verde musgo que nos entregaron a principio de año y en la que obviamente había subrayado eso de Brutus diciendo:
And therefore think him as a serpent’s egg—
Which, hatched, would as his kind grow mischievous—
And kill him in the shell.
In the shell. Julio César apuñalado, Beware the Ides of March, Dead Can Dance, fuego, luna, Belgrano, Shakespeare, olor a incienso… Una cadena más o menos así.
Presa en recuerdos teledirigidos.
2 Comments:
No lo tenía ni ahí ni el disco ni la canción. Lo tuve que buscar en YouTube. Ahora entiendo por que no lo conocía.
Yo no me acuerdo en que andaba yo en el 88... pero vos Charlotte... escuchando esa música... me da miedo pensarlo!
Algun dia, en miles de años, cuando Wall-e desentierre la discografia completa de los 80's, toda la coleccion de 4AD, DCD incluido, ira a parar a los estantes de las cosas humanas esenciales, al lado del cubo de Rubik. En pocos dias tocan por aca Brendan Perry y Robin Guthrie, alli estaremos para presenciar el eclipse.
Post a Comment
<< Home