Monday, April 11, 2011

Martu

Estamos sentados en el suelo porque la laptop esta aferrada a un cable y de ahí nos llegan todas las letras y todas las notas y todas las canciones por lo tanto es imposible desenchufarnos y nos amontonamos alrededor: Loli, los dos J, Martu y yo. Los chicos afinan sus guitarras y Loli con cara de oído absoluto real les va marcando el camino. ¿Estamos? Estamos. Vamos eligiendo temas y el generation gap desaparece por completo. Elegimos a Patti Smith. Cantamos Because the night belongs to lovers, because the night belongs to us y como tengo frío me envuelvo en una manta de Barbie que antes pregunto si no pertenece a la gata que anda por ahí llorando miseria hasta que tratás de prestarle atención y se ofende y se aleja.
La única voz que escucho cerca y puedo identificar entre todas es la de Martu cantando al lado mío; creo que llegamos a las mismas notas y cada tanto cruzamos miradas. En un momento la veo mirar la escena desde afuera y acercarse a mi oído.
-Somos tan hippies.
Lo dice como resignada, con completa aceptación y no demasiada queja. Somos tan hippies. Me hace retorcer de risa. Adoro a la hija de mi amiga que un rato antes en la mesa me dice que "yo quiero tu vida, todos tus programas".
-No te creas Martu, no te creas.
Hay un tema que no sale tan bien, ya no me acuerdo cuál es (porque American Pie estuvo bien) pero hay algo son los re sostenido a lo que no le presto atención. Para ese entonces ya tenemos formado un subconjunto de comentarios al margen y ahí vuelve a mirarme y sentenciar:
-Porque claro, si te quedás callada y escuchás el producto te das cuenta que es una gran porquería, el producto
Y envuelve “el producto” con dos manos como si fuese una esfera. Y vuelvo a retorcerme.
Cuando la conocí, primero la conocí por escrito, en un post que hablaba de las primeras sensaciones de su madre cuando la tuvo encima minúscula, plumita por primera vez y creo que me emocioné. Después la vi en fotos con rulos dorados o saltando a una pileta con un rayo de sol que hacía un efecto rarísimo como de otro planeta. Después la conocí personalmente y un día le regalé una alcancía de un chanchito celeste. Hoy es enorme o tal vez no tanto y sólo engañan sus patas largas y la acidez de los comentarios. "La Burli", que leía diminuta libros completos durante toda una noche, la que nos cree hippies y pide que cantemos una de The Doors.

2 Comments:

Anonymous Marcos said...

Lindo.

6:50 AM  
Anonymous Anonymous said...

en cualquiero momento Lorenzo te hace algun comentario de ese tipo jajaja .......como han crecido, besos a Loli.
madre mujer y argentina!!

Jacky Brown

6:04 PM  

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