Sunday, December 30, 2007

St. Andrew´s Fault


Cuando nacíste y crecíste cerca de una estación, las vías del tren ejercen una mezcla de intriga, respeto y fascinación rara. Sabés exactamente dónde están etrificadas-justo abajo de esos planchones de madera a unos metros del paso a nivel- porque tu papá te lo contó mil veces. También te contó de todos los conocidos de su infancia que alguna vez murieron electrocutados por cruzar en el lugar “que no se cruza”. Yo concluí de chica que la gente que se moría cruzando las vías nunca era gente del barrio porque asumí que todos sabían los mismos cuentos que yo y que si estaba la barrera baja, tenías que esperar a que apareciera el señor con la banderita para avisar que la barrera no funcionaba y darte paso seguro. Camino a la de Toti crucé las otras vías, las de Belgrano, las que no son mías. Crucé en ojotas Havainnas rosas y aunque sé que las vías que van pegaditas al cemento al ras del piso no tienen electricidad, no se me ocurre pisarlas. Las salteo con un paso porque son finitas, no deben tener más que diez centímetros y siempre miro a los dos lados, porque en Belgrano, como en Olivos podés ver a la distancia los dos trenes que llegan desde Retiro y desde Tigre. En Olivos, teníamos además las vías muertas, esas pasaban justo por la cortada del San Andrés sobre el final de Rosales y para acortar camino a lo de mi amigo Kito, yo iba hasta la cortada y caminaba por el medio de la vía hasta cruzar a la continuación de Rosales y salir a su calle. Siempre vagueábamos por ahí y aunque estaban muertas nos cuidábamos de pisar siempre pasto o madera, pasto o madera, callados y concentrados. Pasto o madera.
Cuando era chica pensaba que el viejo cartel amarillo con la cruz de San andrés negra que estaba justo antes del cruce de las vías muertas, estaba ahí por el colegio. Después, cuando saqué el registro me acuerdo que alguien me dijo que era una cruz apaisada porque San Andrés no quizo ser crucificado en una cruz igual a la de Jesús. A veces me sorprendo de la de datos inútiles que guardo en mi disco rígido.

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3 Comments:

Blogger laura said...

La via muerta NO estaba muerta. Cantidad, y no exagero, de vagabundos y choborras y apurados caían en sus redes electrificadas. Había cartel de aviso de peligro y muerte, pero justo enfrente de casa la gente había roto el alambre para construír un atajo a la estación de la vía no muerta.

Espantosamente inolvidable el día de pileta y pavadas y gritos en esa vía: una chica se cayó y su codo quedó debajo de esa madera. Pedro y un amigo la ayudaron hasta que llegó una ambulancia. Esa chica no se murió pero creo que le pasaron cosas horribles.

Yo, ex St A. no sabía lo de la cruz apaisada. Es increíble la cantidad e datos que no retengo.

(cuchaste la letra? http://es.youtube.com/watch?v=sgtQIPMTy3M

6:06 AM  
Blogger PFH said...

Para nosotros del St. G., la gente del St. A. era la contra, era como River-Boca. Era EL partido de rugby del año, y más de un entrenador se adelantó a lo de Bilardo en Sevilla al decirnos que "una remera azul en el piso hay que pisarla como si fuera pasto".

12:51 PM  
Blogger Cosima said...

Adoro escocia y todo lo que tenga que ver con ella.

Es cierto lo de San andrés y su crucificción diagonal. Al igual que San Pedro que pidió ser crucificaco cabeza abajo por no se digno de morir como Jesús, según la tradición.

Me gusta el color de la bandera escocesa. Me gustó mucho la ciudad de St. A's en Escocia. La sobrevuelan unas gaviotas grandes como pavos.

11:57 AM  

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