Thursday, December 27, 2007

Arithmetically Impaired



Me llama como envuelto en llamas porque ahora resulta que lo estoy "medicando mal y estoy tomando como dos cachitos más de lo que yo tomaba habitualmente de Rivotril”. Y de nuevo en la misma disyuntiva esa de que si 20 gotas equivalen a tanto entonces tres gotas son una fracción de una pastilla y las pastillas en miligramos y las gotas en mililitros y de repente dudo de todo y me pregunto si lo estoy envenenando por pura torpeza matemática y pienso si existen leyes de inimputabilidad al respecto. Después consulto el Vademecum, sí, claro porque yo consulto el Vademécum y busco las presentaciones de los medicamentos y verifico las equivalencias. Lo que me traiciona a mí es la inseguridad, porque mis primeros instintos son buenos. Rara vez me equivoco. Ni con las personas ni con los cálculos. La primera sensación suele ser atinada, pero después, claro, siempre hay tiempo para revisar y arruinar el resultado. "And time yet for a hundred indecisions, and for a hundred visions and revisions". Porque yo soy el único ser humano que vence todo principio matemático y con los mismos valores y realizando las mismas operaciones, llega a resultados distintos. Cada vez.
Entonces ahora me debato entre las diferencias reales de tomar un cuartito versus tres cuartitos y concluyo que uno debe estar por lo menos dos cuartitos más relajado y tratándose de mi padre eso no es malo. Corto con una trincheta desafilada. Ante la duda le digo que separe los dos pedacitos (que parecen en realidad como desprendimientos fallidos de una DRF que vino mal de fábrica) y que siga con lo que supone era la dósis habitual.
El tema es que yo con razonamientos matemáticos no convenzo a nadie. Al taxista del otro día (el que me robó los diez pesos) sucumbí porque me agarró justito el talón de aquiles. Te vió como la gacela débil de la manada, nena, y te hincó los dientes. Se ríe Martín que sabe lo mala que soy con esto. Solo tenía que repetirle una simple operación. 100 – 8 = 92. Pero no. En vez, me enrosqué en su novedoso truco de arrancar contando cuando bajó el billete de dos pesos sobre el asiento, diez (con el primer golpe), veinte, treinta cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta , cochenta, noventa y dos. Como si ese fuese mi vuelto cuando había claramente 82 pesos ahí.
-Sí señor, pero faltan diez pesos. Fíjese.
Y me pongo de nuevo a contar y llego a ochenta y dos y le digo acerca de los diez pesos. Solo para que el señor arranque de nuevo con su misma técnica y yo me vaya poniendo cada vez más rubia e insista sobre “que así no se cuenta” sin poder recurrir a lo más simple. 100 – 8 = 92. Era tan fácil. Contamos unas tres veces más. Me esperaban adentro, me tenía que llevar el auto, manejar hasta Acassuso, Bellavista, volver. Volvimos a contar. Y no pude, no pude tanto que me fui con mis $82 sabiéndome currada y mirándolo a los ojos mientras cerraba la puerta como puchereando.
-Se que me está currando señor, pero por alguna razón no puedo explicarle en qué. Pero sepa que yo se que me está currando...

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7 Comments:

Blogger laura said...

charlotte,
lo de las gotitas y pastllitas consulte a un facultativo, no hay otra.

si te dio 2$ primero para llegar a 10, y el último noventa y DOS, también era un billete de dos, ud debería haberse ido con 84$
Busqué cambio y lo hice NO ENTIENDO!

Como siempre, muchos temas, anécdotas buenísimas para pensar otras cosas. Muchas otras cosas.

X

4:41 AM  
Blogger Satamarina said...

una risa Ch!

Soy igual, me deben cagar seguido pero por no parecer tan infradotada agarro lo que me dan y me voy. No me animo a contar de vuelta, y con eso de que no hacen la resta de una sino que te van poniendo $ en la mano, me pierdo. no miro con rabia porque ni cuenta me doy-

Me hizo matar de risa.

Espero que Toti ande bien.

saludos

5:54 AM  
Blogger PFH said...

Hubiera estado bueno copiar el nro. de licencia del taxi y la patente y mandarle una jauría de sabuesos de la DGI (¿eso es re-viejo, no?).

6:11 AM  
Blogger uruguaya said...

jajaja..morí con el final. a mí un taxista viejito divino me hizo la gran nueve reinas: le di uno de 50me lo cambió por uno de 2. y encima se quedó esperando que buscara plata en casa para pagarle el resto!!
la diferencia está en que siempre me creí taaaan buena con los números.

7:20 AM  
Blogger viole said...

yo siempre fui bastante mala con los vueltos, así que suelo andar con cambio y pagar lo justo y necesario...

7:46 AM  
Blogger Charlotte said...

No soy la única veo...
Toti anda como en un subibaja, pero subi bastante por momentos. Gracias por preguntar, Marina.

4:03 PM  
Blogger miss Angie said...

Ch, escribo para decirle que yo también soy mala para los números, y que también odio las matemáticas.
Y también soy capaz de llegar a un resultado diferente con los mismos valores.
Pero Ud. (a diferencia mía) escribe tan bien!
Saludos!

10:08 AM  

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