Sunday, October 08, 2006

Mi mamá olía a Sapolán Ferrini

Los veranos tienen olor. Hoy leía la revista de rock siguiendo con detenimiento el texto, comprobando las palabras de mi traducción y los pocos cambios que habían hecho los peridiodistas al material y me dormí complacida al borde de la pileta. Soñé, creo que soné con algo que no recuerdo pero me desperté con un olor en la naríz. Era olor a la espalada de mamá en los veranos; una mezcla inconfundible de Sapolán Ferrini y Nude Bronze, un bronceador setentoso de Revlon al que siempre se le pegaba arena en la tapita. Conozco ese olor. Cuando mamá tomaba sol de espaldas con enormes anteojos negros para poder leer (siempre leía y siempre de espaldas o de costado y a veces hasta haciendo algún ejercicio casi inconsciente con una de sus piernas) yo me mojaba con la manguera o me metía en la pileta y después corría y me sentaba arriba de ella, muy chiquita con una pata a cada lado como en un caballito y le daba algún beso en la espalda de tiras de bikini desabrochadas y olía el Sapolán Ferrini. Y ella estaba caliente del sol y pegaba un grito de ay, ay, ay, estás helada y se daba vuelta con el cuello y me decía tirate acá al lado mío y golpeaba la toalla violeta con la mano y volvía a su libro. El libro siempre era (casi seguro) un Penguin anaranjado y blanco con letras en negro y el logito del pinguino en la parte de abajo del lomo. Yo les pasaba el dedo a todos en la biblioteca y eran distintos a los de Toti, los Penguin eran en inglés y eran los libros de mi mamá.

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20 Comments:

Blogger Daniel said...

Son buenos recuerdos.
Cambia mucho todo, antes la gente se freía al sol. Para que aguantara más mi piel, me hubiera gustado que mis viejos me persiguieran con protector 40 y gorrita, tal como yo torturo a mis hijos hoy.

7:13 PM  
Anonymous Anonymous said...

Clarice... qué buena aguafuerte. En menos de 60 líneas acaba de reconectar algunas áreas de mi pasado que estaban ahí, dormidas.

Yo también tenía una madre-iguana-lectora-sapolanizada. Recién separada de mi padre, y con muchos espacios de angustia que matar, canalizaba su culpa tratando de hacerme un chico sano, sol y agua, a fuerza de arrastrarme al "Club de la Marina", o a la "Pileta Municipal", ambas en el bajo de Olivos. Yo también iba frío y goteando, a traerla de nuevo a la realidad.

7:38 PM  
Blogger Bola Ocho said...

Yo viajaba a Brasil con ocho años y me acuerdo que las brasileras se desesperaban cuando mi papá les traia de regalo bronceador Rayito de Sol, que era considerado un must para conseguir el mejor color. En ese entonces yo creía que el bronceado de sus pieles se debía directamente al tono oscuro de esa crema densa y olorosa como tintura de cabello, sin que mediara exposición alguna al sol. Tal vez no estuviese tan equivocado.

8:27 PM  
Blogger Peluka said...

Todo muy "La Ciénaga"...
La pregunta es qué te habrá hecho despertar oliendo eso.

11:19 PM  
Blogger Maggie said...

alcoyana-alcoyana
también soy hija de madre-iguana-lectora-sapolanizada, pero ella largó el sol en la cara a los 30, asi que a su recuerdo debería sumarle un sombrero de paja de ala ancha, y sandalias con tacones imposibles para ir y volver de la pileta.
y marlboro light con sus amigas.
y libros en italiano, porque ella no lee en inglés

12:33 AM  
Blogger Loli said...

GROSO!!!! MAMÁ TAMBIÉN OLÍA A SAPOLÁN!
Y PADRE, EAU SAUVAGE

6:51 AM  
Anonymous Anonymous said...

mis viejos son de esos *fanas* del sol mal onda que en septiembre ya empiezan con el ritual de pasarse todo el puto día achurándose desde las 8 am (siempre cortando al mediodía, claro). tortura. más que nada cuando sos pendejo y te levantan a las 7:30 am para estar tempranito en la playa.
eso sí, nunca volví a broncearme de ese modo. punto para ellos ahí.

7:31 AM  
Anonymous Anonymous said...

Yo lo que digo es que el consumo era mucho mas simple.
Sapolan, rayito de sol. Crema Hinds y libros penguin.
Para los mas pequeños coleccion Robin Hood o mujercitas.

8:11 AM  
Anonymous Anonymous said...

Nooooooo, La ciénaga es estrictamente norteño. Allí no hay libros en inglés. La película es un excelente relato de lo que son los veranos de una familia tradicional en decadencia del Noroeste Argentino. No lo sé por la decadencia, pero en este blog, lo de familia tradicional (eso de tener antepasados enterrados en catedrales, nombres de calles y pueblos, estatuas en las plazas y en las casas sables, fusiles o chaquetas de algún familiar que peleó en las guerras de la independencia o en las guerras civiles) por aquí no asoma.

8:18 AM  
Blogger Charlotte said...

sí kolykien, yo ahora soy la reina del protector SPF 6.
rayito de sol usábamos en la secundaria, te dejaba negra negra negra...
au sauvage, loli, siiiiiiiiiiii y si no era paco rabannene. jaaaaaa.
de acuerdo con magdalena, mucho más simple el consumo, yo hace dos días que ando dando vueltas eligiendo la protección solar de este año.
y no se, pelu, pero así abrí los ojos, con el olor a sapolán en la naríz.

9:03 AM  
Blogger Liz said...

...por eso y por otra$ cuestiones ma$, es preferible interpretar!
Hey! ur approachin' 3...?
10 10 10-10

9:12 AM  
Blogger Charlotte said...

36, liz y mañana...

9:58 AM  
Anonymous Anonymous said...

el mensaje de liz lo entiende solo usted, o esta codificado?
fea la actitud.

11:35 AM  
Blogger Charlotte said...

no, me preguntaba liz si me estaba acercando a los treinta y... y yo le contesté que sí, que mañana cumplo 36, eso.

12:02 PM  
Blogger PFH said...

Mi mamá olía.



Uh, así sólo queda feo, Bueno, olía a perfume First.
:-)


En el College, el bronceador number 1 era la Coca-Cola...

12:16 PM  
Blogger Tatiana said...

Mi mama tambien olía a Rayito de Sol (y yo sigo con la tradicion, es asqueroso pero funciona!). Solo que lo descubrimos en Paraguay, todas las paraguayas del Yatch y Golf Club, las que iban a San Ber o a Punta del Este se desesperaban por ese bronceador...

12:21 PM  
Blogger Liz said...

En varios posts Charlotte ha mencionado la felicidad de su padre el día 10 del 10 a las 10 menos 10.

Ah! Coca Cola, aceite de coco iodado, puaj, qué olor!

6:31 AM  
Blogger Charlotte said...

es verdad, liz. hoy a la mañana se encargó de recodarlo, jajajajja. qué memoria!

7:23 AM  
Blogger Luciana said...

Ufff, a propos...el sol ha cambiado radicalmente. Mi madre, blanca y rubia, se echaba menjunjes inenarrables para lograr broncearse RAPIDO. Hoy, yo, la morocha, DEBO usar FP15 para no terminar como camarón...raro, pero la cosa está así...hasta lo estoy usando en la crema humectante!!!

Y Rayito de Sol tb. era un must en el colegio. Y el Nivea Aceite (FP2) Más otras barbaries como la Coca Cola (malo si habían abejas cerca) ....y el jugo de tomate...o el aceite de oliva...(glup).

6:11 AM  
Anonymous Anonymous said...

Qué increíble poder tienen los aromas! No te conozco, no sé quién sos.. caí en este blog mientras buscaba "Nude Bronze" en google porque hace años que extraño ese olor a mi madre, porque hace años que lo busco y ya no se vende más y estúpidamente pensaba que podría haber habido algún relanzamiento.. pero no, parece que voy a tener que comprarme Sapolán Ferrini antes del viernes que me voy a la playa, y conformarme con los recuerdos. Muy grosos. Y no soy la única. Un placer compartirlo con ustedes, desconocidos! Soy Vane. Floresta. Bs. As. Argentina

7:10 AM  

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