Sublo
Camino a Ezeiza nos perdimos dos, DOS, veces. La lluvia cae como cortina y F no ve nada y confía en V. Yo nunca cuento con ubicación a menos que vaya sola y me dejo en manos del otro. Si confío. V decidió que era mejor agarrar Juan B. Justo al fondo cuando es sabido que a Ezeiza se va por 9 de Julio y autopista después. Cualquier otra cosa, Pueyrredón, Gral. Paz son inventos que siempre terminan mal. No se jode con un vuelo en puerta. F no prende el GPS y V que lleva un GPS subcutáneo de nacimiento que le indica en dos segundos menos que cualquier tecnología el lugar exacto en el que está parada, lo tiene en OFF porque se tomó “un cachito” de Alplax para el vuelo. He pisado ciudades con ellas y menos de 10 minutos pasa a ubicarse como un local y sabiendo exactamente dónde está cada lugar. Yo lo único que siento es el agua, el río. No importa dónde esté en Buenos Aires yo sé que el río está allá. Sí, yo siento el río, siento el este y a partir de ahí me muevo.
El Alplax hace sus efectos en ese cuerpo macrobiótico y con F nos da gracia. Está sentada relajada mirando la lluvia por la ventana (que le parece mucha y muy fuerte) pero no la inmuta y se agarra a su enorme bolsa de esquíes que viene atravesando el auto desde el baúl y llega a mi mejilla izquierda de copilot.
-Boluda nos fuimos a la mierda. Pero mal, eh. Ciudadela…
V se despierta de su limbo y hace un restart forzoso del GPS que funciona.
-Bajate acá, retomá por esa, seguí al camión ese y volvamos. Estamos al toque. Una salida y Gral Paz.
Retomamos camino hasta que llegamos literalmente al fin del camino, algo que dice Fin Av. Gral Paz. No es lindo. Puente la Noria, Viejo y nuevo y de vuelta. Vuelo despega en una hora 30. V no parece inmutarse.
-Vas a perder el vuelo, boluda. ¿no estás histérica?
Desde el asiento de atrás encoje hombritos y mira la lluvia con motivos mayores que la preocupan. La lluvia hace que todo se vea distinto y no se reconozca ni el camino. Vamos las 3 charlando.
“A 200 mts estación de peaje” dice Penélope Cruz desde el GPS que finalmente prendí solo porque me divierte. Me guste seguir el autito.
-Me copa seguir el autito, tipo el avión cuando va avanzando…
Ezeiza es caos . Una hora exacta para la salida del vuelo y ni siquiera hizo el check in.
-¿Qué volás?
-Delta.
Buscamos el cartelito y ponemos balizas.
-Cuando digo 3, Charlotte empujame el muerto desde adelante. 1, 2, 3…
Cargar ese bolso de 2 metros y medio de largo y 200 kilos sería una muy buena razón para no viajar. Nos abrazamos en la entrada. Para variar F corre al baño y yo estaciono el auto 5 minutos hasta que nos volvemos a Palermo y nos abrimos un vino. Sigo el autito todo el camino de vuelta pero le digo a Penélope del GPS que se calle, que tenemos que hablar.
El Alplax hace sus efectos en ese cuerpo macrobiótico y con F nos da gracia. Está sentada relajada mirando la lluvia por la ventana (que le parece mucha y muy fuerte) pero no la inmuta y se agarra a su enorme bolsa de esquíes que viene atravesando el auto desde el baúl y llega a mi mejilla izquierda de copilot.
-Boluda nos fuimos a la mierda. Pero mal, eh. Ciudadela…
V se despierta de su limbo y hace un restart forzoso del GPS que funciona.
-Bajate acá, retomá por esa, seguí al camión ese y volvamos. Estamos al toque. Una salida y Gral Paz.
Retomamos camino hasta que llegamos literalmente al fin del camino, algo que dice Fin Av. Gral Paz. No es lindo. Puente la Noria, Viejo y nuevo y de vuelta. Vuelo despega en una hora 30. V no parece inmutarse.
-Vas a perder el vuelo, boluda. ¿no estás histérica?
Desde el asiento de atrás encoje hombritos y mira la lluvia con motivos mayores que la preocupan. La lluvia hace que todo se vea distinto y no se reconozca ni el camino. Vamos las 3 charlando.
“A 200 mts estación de peaje” dice Penélope Cruz desde el GPS que finalmente prendí solo porque me divierte. Me guste seguir el autito.
-Me copa seguir el autito, tipo el avión cuando va avanzando…
Ezeiza es caos . Una hora exacta para la salida del vuelo y ni siquiera hizo el check in.
-¿Qué volás?
-Delta.
Buscamos el cartelito y ponemos balizas.
-Cuando digo 3, Charlotte empujame el muerto desde adelante. 1, 2, 3…
Cargar ese bolso de 2 metros y medio de largo y 200 kilos sería una muy buena razón para no viajar. Nos abrazamos en la entrada. Para variar F corre al baño y yo estaciono el auto 5 minutos hasta que nos volvemos a Palermo y nos abrimos un vino. Sigo el autito todo el camino de vuelta pero le digo a Penélope del GPS que se calle, que tenemos que hablar.
Labels: Driving Miss Daisy
6 Comments:
me hiciste reir...
saluditos
experimenté algo similar, vacaciones, primer vuelo de la mañana y sin alplax pero si con diluvio... es más, un vecino tuvo que llevarme al aeropuerto en una camioneta porque en autos era imposible porque una zona del trayecto quedó prácticamente abnegada ... y es raro pero... cuando la tormenta se mete entre tu vuelo y vos... preferís que te toque en tierra y no en el aire, será eso quizá? jajaj bueno quizá en este caso solo haya sido el aplax...
y encima era Sublo? Se pudo subir al final?
Se subió!!! je.
Se metieron en territorio comanche!!! (I you know what i mean...)
a ezeiza hay q ir en remise siempre
una vez me metí en un puente q era altísimo y parecía una montaña rusa. tuve q volver a panamericana y general paz y empezar de vuelta
dejé esperando un toque a los recién llegados. buscar te da más aire
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