Rubia precavida vale por dos
Y por eso, caigo a mi reunión con unas mega sandalias altas con tiritas que serían la fascinación de cualquier fetichista y de uno no tanto también. Me siento en sillón amplio, negro, cómodo y revoleo patita en vaivén mientras tomo notas de lo que hablamos y hago chistes ha lugar que entretienen a los presentes. Todo magia, toda ilusión. Cuando salgo, en mi mega súper cartera guardo unas ojotas doradas bajísimas como mi presión en el día de la fecha y en la entrada me disculpo con los dos de seguridad y me siento en la escalera.
-Uds. dos señores me van a disculpar pero yo tengo que hacer un cambio-reemplazo el vértigo de los 6 cms por medio-ahí está, se terminó el show.
Los de seguridad se ríen. Y así quedo, como caminando sobre un par de fajitas recortadas que hacen circulable la empinada Avenida Corrientes, sentido Alem 9 de Julio.
-Uds. dos señores me van a disculpar pero yo tengo que hacer un cambio-reemplazo el vértigo de los 6 cms por medio-ahí está, se terminó el show.
Los de seguridad se ríen. Y así quedo, como caminando sobre un par de fajitas recortadas que hacen circulable la empinada Avenida Corrientes, sentido Alem 9 de Julio.
6 Comments:
siempre con estilo Usted Charlotte!
si me vieses en ojotas circulando x la city porteña no sé si dirías lo del glamour eh. qué espanto este calor!
bajita pero dorada
que no decaiga...
Charlotte, sos mi blog favorito.
L
claro, que no decaiga ine. je.
Gracias L. No será mucho?
ojotas doradas? Dear, esta vez fue mucho!!!!
ff.
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