Sunday, March 23, 2008

Mary, Mary, quite contrary. How does your garden grow?


-Te digo, que en días como hoy me pega la de irme a un Ashram en India, recluirme y vivir en la meditación, el silencio y la castidad.
-¿Pero qué decís, tarada? ¿Vos, el resto de tu vida sin garchar, sin pintarte las uñas con ese coloradito? No digas pavadas, querés!
-Bueno, qué se yo. Era una idea.
Entonces a exactamente la 1.19am me puse a trasplantar unos plantines con guantes quirúrgicos de latex (a diferencia de los de lavar platos, éstos permiten motricidad fina), convertí mi cocina en una trinchera de la primera guerra y medité acerca de lo lindas que quedaban en estas macetitas tan cancheras que compré en Palermo Lapindonga. Y mientras arreglo el esmalte arruinado por la jardinería bonsai las contemplo a la luz de la luna en mi balconcito francés. Eclecticismo que le dicen algunos. Perder el norte que le dicen otros.

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12 Comments:

Anonymous Anonymous said...

felicitaciones CH! le quedó muy lindo. Ahora anímese a las acuáticas!

6:30 AM  
Blogger Kaki said...

calmar ansiedades dicen tambien

5:56 PM  
Anonymous Anonymous said...

Qué lindas...! El virulento granizo platense dejó a mis pobres plantas reducidas a tronquitos y las macetas hechas trizas. Podría adoptar su laborterapia y de paso que se vaya un poco de locura.

8:26 PM  
Blogger perica said...

esa plantitas duritas me gustan para reventar con las uñas. se prestan como a ser quebradas...no?

9:44 PM  
Blogger Cosima said...

Nada que no se pase con unos zapatos más o menos extravagantes, un un poco de contacto con la tierra...!

Congrats - muy lindo calzado y más lindo jardín! ;)

8:55 AM  
Anonymous Anonymous said...

las suculentas que las llaman, esas tipo cactus y demases...

10:26 AM  
Blogger laura said...

¿alguna de esas da risa? la risa es mejor q el ashram y esa onda.

Palermo Lapindonga podría ser un nuevo label.

5:27 PM  
Blogger Maggie said...

No hay nada como la tierra para aplacar la ira (excepto que plantes soja en lugar de agapantos).
Mató Palermo Lapindonga. Cuando mi chico vaya por allá en noviembre lo voy a mandar por el barrio. Seguro que la pasa bien, con tanta neurótica revoloteando no me va a echar de menos.

saludos,

3:10 AM  
Blogger Desirée said...

La jardinería puede ser terapéutica, pero para calmar ansiedades nada mejor que un viaje con mochila a los confines del mundo. Y sino aunque sea un cafecito con mucha espuma y un libro.

4:57 AM  
Blogger Emilú Soares said...

¿Perder el norte? Qué va. Me contagia tu entusiasmo a la jardinera. Es que el fondo los eclécticos somos optimistas.
¡Salud Ch!

8:55 AM  
Blogger laura said...

naaa

un rivotril

9:21 AM  
Blogger Silencio said...

Me gusta leerla. Me gusta ser parte de lo cotidiano, cuando lo cotidiano tiene por delante unos ojos que saben mirar.

7:12 AM  

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