Tuesday, August 28, 2007

"Couch Meat"

Ayer me encontré llorando sola a los gritos por Cabildo. De esos llantos que alejan a los transeúntes, que los asustan. Y a otros, los hace mirar de reojo y dudar, abrir apenas los labios como para decir algo y después, no, porque ni idea quién es la rubia que va con el Kleenex en la mano hecha una desquiciada. Encima en Cabildo te pegan tiros, a mí también me daría miedo una loca caminando sin rumbo.
Ni que hablar que la charla me había pegado mal. Siempre se las arregla para coronar cualquier encentro con una pelotudez pero nadie me saca la idea de que lo que me pega mal a mí es Belgrano. Caminé unas cuadras más y me fui alejando despacito hacia Palermo, secándome las lágrimas al costada de la cara porque si no te las secás, al rato empiezan a arder. Me tomé una cerveza y jugué compulsivamente con el platito de maníes y después con los palitos cuando los trajeron. Hablé un poco compulsivamente también. Y lloré todavía un poquito más. Me parece que el se asustó un poco.
-Ah, vos relajá que para mí esto de llorar es absolutamente natural, eh. Casi a diario.
Cuando me subí al taxi ya no lloraba más, solo me tironeaba un poco la cara. Y cuando pegué la vuelta por Julián Álvarez ya todo estaba tranquilo.