But to me it seems quite clear, that it´s all just a little bit of history repeating

Hay cosas que una sabe desde siempre o las aprendió temprano. Por ejemplo que no sos una de esas diosas que rajan la tierra pero que sos linda y sexy y tenés una buena cara y sos simpática y ocurrente. Que generaste algo raro en los tipos desde temprano, que los confunde un poco pero que les gusta. Y bueno, porque no sos una diosa de esas que rajan la tierra pero tenés tus buenos momentos, esos en los que te la creés y te sale, también supiste que vendría bien un cierto despliegue de inteligencia, además porque una vez tu viejo te dijo que las minas inteligentes son muy atractivas (el termina sus días con un raro ejemplar pero vos decidiste no cuestionarlo). Entonces asumís erróneamente que la inteligencia en una mina es como un valor agregado que no viene con el combo. Y elegís a tus amigas con el combo agrandado y las querés con locura y les guardás fidelidad y después por allá del otro lado están las bobas. A las bobas les tenés poca paciencia, un poco de lástima malvada que te da culpa y otro tanto de envidia porque les va un poco mejor que a vos. A veces jugás a hacerte la boba (te sale bien, pero solo por un rato) porque muchos tipos que te gustaron tienen una al lado y concluís que debe ser the way to go. Eso, o jugar a la debilucha porque se quejan de la minita dependiente pero después se casan con las que les rompe las pelotas a diario y no puede descorchar una botella de vino porque hay que hacer mucha fuerza. Después te acordás de eso que repetías de que "más vale solo que mal acompañado" que te parecía que tenía bastante sentido y ahora, ahora ya no tanto. Y vienen estas otras minas, que están entre las bobas y las brillantes y dicen cosas como que "la inteligencia en una mujer asusta un poco a los hombres" y vos agregás a los básicos, a los que mi igual no me interesan y levantás un hombro en gestito infantil pero ya está hecho, te sembraron por siempre la semillita de la duda. Y dijiste un millón de veces que lo mejor que podían decirte era que se habían enamorado de tu cabeza pero en realidad te desarmabas cuando te decían que les gustaba cogerte y que no había nada más lindo que tu pelo y el perfume de esa parte de tu nuca que se va haciendo espalda.
Pero siempre te quedó la duda y te pasaste el tiempo que te pasó de la vida, oscilando entre usar las curvas de tus tetas y los rulos que puede armar tu lengua y usar todas esas curvas que se forman entre las circunvoluciones de tu cerebro. Te lo repitieron desde chica y un día te lo creíste, eso de que eras una mina inteligente, y ahora, ahora ya no tanto. Pero hay cosas que una sabe desde siempre o las aprendió temprano. Y a veces te lleva toda una vida olvidarlas.