Mamelon, nipple, capezzolo, pezón

La versión en francés "Mamelon" me suena a enorme fruta tropical exótica del tamaño de un melón pero de los anaranjados y paposa por dentro. La siguiente, a recortar finito con una tijerita metálica de esas plegables. La tercera es claramente un marido adinerado de Graciela Alfano. Pero a nosotros nos tenía que venir a tocar la versión más jodida de todas. Pezón. Esta última simplemente me indigna, me molesta de movida en su versión escrita y ni que hablar si hay que decirla en voz alta.

Pero la imagen, la imagen! Cuando la pienso, la imagen es perfecta. Abrir los ojos sin saber muy bien si estás todavía dormida o despierta y ver un pezón (lo dije! y encima era mío) rozando levemente una espalda grandota. Cuando termino de abrir el otro ojo registro la escena un poco mejor y me parece impecable, como para arrancar una película. El cuadro tiene síntesis. Y así me despierto. Un poco de luz que entra por la ventana, no mucha porque afuera estaba nublado; un “Gingelotte” (el nuevo trago de la casa a base de Ginger Ale, vodka, claro está, y una rodaja de naranja) todavía en la mesa de luz, una espalda de costado y eso apenas haciendo contacto, involuntariamente, casi sin darse cuenta, porque sabemos que eso tiene vida propia y se comporta impertinentemente con las temperauras y el roce. Una criatura tan perfecta debería llevar otro nombre.