Back in town
Después de más de dos meses de larga ausencia, interrumpidos nada más que por ocasionales llamados telefónicos, el Gran Toti está de regreso en Buenos Aires. Terminó su temporada en el campo. Volvió con sus bolsos, sus anécdotas campestres y toda su neurosis desplegada. Siempre me inquieta un poco que esté tan cerca y yo tan tentada de salir a su rescate.
Sus estadías en el campo son como un exilio, no se si para él o para mí, pero tengo esa sensación que así con la distancia de por medio ninguno de los dos puede volver.
Está con sus bolsos, sus anécdotas campestres y con toda su neurosis desplegada, y así casi sin querer, despertó a la mía, que andaba por ahí escondida o durmiendo.
Sus estadías en el campo son como un exilio, no se si para él o para mí, pero tengo esa sensación que así con la distancia de por medio ninguno de los dos puede volver.
Está con sus bolsos, sus anécdotas campestres y con toda su neurosis desplegada, y así casi sin querer, despertó a la mía, que andaba por ahí escondida o durmiendo.
4 Comments:
exiliarse por voluntad propia, en el campo, es una forma de recargar las ganas de volver a la ciudad.
o de escapar para siempre?
toti en el campo se hace querer
si, si, a la distancia es adorable. miento, de cerca también, pero es tan difícilo de no caer en sus adorables redes...
me hicíste acordar al chiste ese de "En el fondo" Juan es bueno. te acordás? esos de Primer acto, Juan caga a patadas a su hermana. Segundo Acto....
caer no tiene nada de malo. lo que pasa que mi después me cueta desenredrme...
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