Wednesday, March 14, 2012

A veces


Lo único que necesitás, es que venga tu amigo N con una botella de tinto abajo del brazo (a los 40 los niños vienen así), a último minuto con un BBM de por medio en el que anunciás que estás por comer, tirar unas pastas en una olla (tirabuzanes más enroscados que una), pisar un ajo brutalmente con un cuchillo (más aplastado que el humor propio), picar un perejil, cortar un tomate, un chorro de aceite de oliva, prender esa velita que larga perfume (¿a damasco y coco es?) y hablar de boludeces. Hacerle un stand-up de muchas boludeces. En fila. Recrearle lo más alto de la tilinguería argentina. Tantas que se agarre la cara con una mano (muy linda, por cierto) y repita "sos una hija de puta, sos una hija de puta" mientras larga carcajadas audibles.
Y así sabés que le díste en el punto justo. A la pasta y al cuento.

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1 Comments:

Blogger Marietta said...

Siempre que leo de tu amigo N, creo que es de esos amigos "salvadores" que llegan en el momento justo, a salvarte de vos misma.

Yo lo perdi hace unos siete años, drasticamente. Y no sabés como lo extraño.

Siempre un placer leerte...

3:30 PM  

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