Space Travel
Al final deben ser los culpables; en la Benemérita Institución digo, de haberme fusilado una parte del cerebro que no necesariamente debería haber resultado tan improductiva. Porque llega un momento de tu vida en la que no podés seguir justificándote con eso de "es que yo tengo otros talentos".
En algún momento usábamos unos palitos de madera “las bases” les decíamos, que alguien traía de algún lugar fuera de la clase. Había Base 3, Base 6 y finalmente llegabas a Base 10 que me vengo a enterar a los 40 que es básicamente la forma en la que sumo. Bueno, en la que suma la gente, los que saben.
Entonces en Base 6, por ejemplo, tenías que pasar una unidad cuando llegabas a 6, no se podía acumular 6 cubitos. Jamais. Todo muy concreto con estas tablitas de madera con las unidades marcadas. Lo que sucedía la mayoría de las veces es que antes de cualquier operación matemática yo terminaba armando casitas con puentes, escaleritas y obras arquitectónicas del estilo.
Cuando ya asumían que el normal de la población había incorporado la base 10, nos encajaban el ábaco. La cosa era traerlo ya armado de casa con una tablita de madera y los clavos uno al lado de otro. No me acuerdo cuántos. Decenas, centenas, miles, millones y así. Por otro lado, una cantidad ridícula de papelitos de colores (cartulina, creo) agujereadas con perforadora que ibas embocando en los clavos para formar el tres millones, cuatrocientos veinte mil, ciento doce o números muy útiles por el estilo. Ahí, yo me ocupaba de ordenar los papelitos cromáticamente y me enteraba tarde que no era por color si no por unidad. El amarillo no era menos que el naranja por paleta si no porque el naranja era centena y el otro decena. Cosas confusas así. Era de esperarse, entonces que cuando hubo que dividir números con decimales “con casita”, buscar el límite tenidente a infinito o la cotangente de algo que supongo era un ángulo, yo hubiese iniciado en clase un prolongado viaje astral del que jamás volví.
En algún momento usábamos unos palitos de madera “las bases” les decíamos, que alguien traía de algún lugar fuera de la clase. Había Base 3, Base 6 y finalmente llegabas a Base 10 que me vengo a enterar a los 40 que es básicamente la forma en la que sumo. Bueno, en la que suma la gente, los que saben.
Entonces en Base 6, por ejemplo, tenías que pasar una unidad cuando llegabas a 6, no se podía acumular 6 cubitos. Jamais. Todo muy concreto con estas tablitas de madera con las unidades marcadas. Lo que sucedía la mayoría de las veces es que antes de cualquier operación matemática yo terminaba armando casitas con puentes, escaleritas y obras arquitectónicas del estilo.
Cuando ya asumían que el normal de la población había incorporado la base 10, nos encajaban el ábaco. La cosa era traerlo ya armado de casa con una tablita de madera y los clavos uno al lado de otro. No me acuerdo cuántos. Decenas, centenas, miles, millones y así. Por otro lado, una cantidad ridícula de papelitos de colores (cartulina, creo) agujereadas con perforadora que ibas embocando en los clavos para formar el tres millones, cuatrocientos veinte mil, ciento doce o números muy útiles por el estilo. Ahí, yo me ocupaba de ordenar los papelitos cromáticamente y me enteraba tarde que no era por color si no por unidad. El amarillo no era menos que el naranja por paleta si no porque el naranja era centena y el otro decena. Cosas confusas así. Era de esperarse, entonces que cuando hubo que dividir números con decimales “con casita”, buscar el límite tenidente a infinito o la cotangente de algo que supongo era un ángulo, yo hubiese iniciado en clase un prolongado viaje astral del que jamás volví.
Labels: En pleno ejercicio de mis capacidades neuróticas, La benemérita institución, Me adorable me
7 Comments:
Love, love, love.
sobrevivientes
jajaja muy bueno
......todo eso en la benemérita. Digo yo : ¿en Art, la tenías a Danuta???? O ya no estaba en tu época ?
No tengo presente cómo nos enseñaron a sumar en mi Benemérita (mucho menos el sistema utilizado para operaciones más complejas).
Pero mis lápices y marcadores SIEMPRE estaban ordenados cromáticamente (todo un issue dónde iba el blanco, la suma de todos los colores. Siempre quedó al principio).
Hay gente que tiene otros talentos. Such is life!
Survivors, claro.
Si cursabas O´Level Art sí.
Para mí el blanco antes de los amarillos, definitivamente.
Buenísimo tu blog!!!
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