Mi pequeña gran nariz II
La casa está en orden; tan en orden que hasta hay flores en botellas de vidrio en la mesa del living y algunas más en la cocina. Había algo con el perfume de esta casa que todavía no terminaba de cerrarme. Mansilla tenía un olor particular que reconocías ni bien cruzabas la puerta, creo que más que nada era canela y vainilla y cualquier extra que viniese de las velas que se prendían a la noche.
De repente es eso, que no tiene un perfume. Como yo sin mi J'adore.
Entonces ayer caminé por ahí y metí mi pequeña gran nariz en cada frasco, cada incienso, cada caja hasta que me encontré con los nardos.
Hay cosas que se deciden sin pensar demasiado. Pedí que me envuelvan el frasco con el aceite, los palitos “difusores” y lo abrí ni bien llegué.
Estuvo ahí, en la mesa de mármol al lado de las flores en botellas de vidrio.
Todo un día.
Esta tarde cuando llegué, todavía no se había puesto el sol, y ni bien abrí la puerta lo sentí. Una casa con nombre y apellido. Era eso. Mi casa no tenía perfume.
Labels: Charlotte on Smells, En pleno ejercicio de mis capacidades neuróticas
4 Comments:
está moooy bonita su home, Charlotita.
PRECIOSA!!!!! EL AROMA TRASPASÓ MI MONITOR. MUY ARMÓNICO.
SALUDOS
que marca compraste de difusores??
Unos de VZ. Sólo sirven los de nardos y los de vainilla, los otros son más o menos...
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