El índice True Love
Los chicos del San Andrés pasaban por la puerta de casa en Olivos cada mañana, arrastrándose. Al mediodía bajaban a la estación pero yo rara vez los veía porque a esa hora estaba en el colegio a menos que tuviese el salvoconducto “Out for lunch” en forma de una tarjetita redactada y firmada por madre, padre o tutor. Nunca tuve tutor en mis boletines hasta que decidí tutelarme a mí misma en quinto año e inventar el nombre de una señora que me cuidaba y podía firmar mis boletines de inasistencia. No fue exitosa la tarea.
De muy chiquita, en esas épocas en que los varones te generan una fingida repulsión que lamentablemente duró muy poco, el chiste en casa era que cada vez que yo salía de bañarme o hacía algo ridículo Toti me gritaba “Ojo que te ven los chicos del San Andrés, eh”. Los chicos del San Andrés entonces se convirtieron en una suerte de leyenda suburbana y toda mi vida crecí sabiendo que estaba ahí y alguna vez le daría un beso a alguno.
Me gustaban por turnos "Los chicos del San ANdrés", a veces sólo de verlos pasar con sus remeras celestes por la puerta de casa. Escribía sus nombres en la agenda con un arco iris cachísimo de colores que iban rodeando a las letras globo (una tipografía de la que abusábamos en la adolescencia) y el mío al lado. Si no, calculaba nuestro índice de True Love que se hacía sumando los valores de las letras de nuestro nombres y haciendo algún cálculo matemático tan complejo que siempre me las ingeniaba para que me dé no menos de 87%. El índice True Love era importantísimo; definía de antemano tus chancees de una relación de puro amor eterno. Además, era infalible. Y si te daba bajo, recalculabas usando el apellido además de practicar tu firma de casada, claro.
El primer chico del San Andrés al que besé fue demasiado tarde en mi vida, cuando ya había dejado de ser un chico del San Andrés y casi no tenía gracia. Nunca calculé nuestro índice True Love, pero después resultó que fuimos Best Friends Forever. BFF.
Que tampoco estaba mal.
De muy chiquita, en esas épocas en que los varones te generan una fingida repulsión que lamentablemente duró muy poco, el chiste en casa era que cada vez que yo salía de bañarme o hacía algo ridículo Toti me gritaba “Ojo que te ven los chicos del San Andrés, eh”. Los chicos del San Andrés entonces se convirtieron en una suerte de leyenda suburbana y toda mi vida crecí sabiendo que estaba ahí y alguna vez le daría un beso a alguno.
Me gustaban por turnos "Los chicos del San ANdrés", a veces sólo de verlos pasar con sus remeras celestes por la puerta de casa. Escribía sus nombres en la agenda con un arco iris cachísimo de colores que iban rodeando a las letras globo (una tipografía de la que abusábamos en la adolescencia) y el mío al lado. Si no, calculaba nuestro índice de True Love que se hacía sumando los valores de las letras de nuestro nombres y haciendo algún cálculo matemático tan complejo que siempre me las ingeniaba para que me dé no menos de 87%. El índice True Love era importantísimo; definía de antemano tus chancees de una relación de puro amor eterno. Además, era infalible. Y si te daba bajo, recalculabas usando el apellido además de practicar tu firma de casada, claro.
El primer chico del San Andrés al que besé fue demasiado tarde en mi vida, cuando ya había dejado de ser un chico del San Andrés y casi no tenía gracia. Nunca calculé nuestro índice True Love, pero después resultó que fuimos Best Friends Forever. BFF.
Que tampoco estaba mal.
Labels: Me adorable me, Misplaced Childhood
15 Comments:
Me encantan estos posts.
coincido con Marcos! totalmente!
:)
Si habré calculado el indice True Love alla por los 80! Y ademas le tenia una fe mayor a la religiosa: para mi casi que regía los mercados y bolsas del mundo. Lo habia calculado con mi primer novio y me dio muy bajo. Cuando corté, mi mejor amiga dijo "Y bueno, True Love te habia dado re-bajo..." Ese dia creo que tambien cayeron el Merval y el Bovespa. JA! Me encantó el post
agendas con muchos colores... y en mi caso "los chicos del Manuel Belgrano"
pero que pasaban cerca de mi colegio, no por la puerta de casa.
qué lindo post!
Gran post. Nos habremos besado?
A todos siempre nos gustan los mismos posts. Estos son de los mejores. Bien ahí nena.
Lindo post, Charly.
True Love.
la letra globo jajaj! En mi colegio había mucha exaltación para con los chicos del San Cirano y se formaron varias parejas.
yo tb fui de esas y mi hija de 12 ahora usa una página de interné para descubrir las mismas posibilidades.
cambia la forma, nada más-
Decime que lo seguís calculando; jaja.
Lindo post, me llevo a mi niñez/adolecencia por unos minutos... Mi true love actual me da 84% en la mejor cálculo posible =)
Yo quería besar a los del Newman y cuando "fui grande" me dio mucha verguencita de mí misma...
Jeje.
buscando el indice truelove en internet me enteré que ademas de "junta corazones" es un detector de actividad ulcerosa en el intestino. Truelove es un apellido de medico aparentemente
comparto porque me resulto curioso!
saludos
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