My French-reading Mother
Mi madre me cuenta un cuento (que no es un cuento) de un hombre que nunca conoció el mar. Me parece triste. Me cuenta del día que su mujer lo llevó por primera vez, ya grandes.
Yo leo eso que escribió Vera Fogwill y le paso el link con esa parte en la que dice de su padre "Todo lo que yo hacía era genial, siempre fue un fan mío, por no decir suyo". Y eso también me parece triste.
Mamá sigue hablando y yo escribo en mi cuaderno negro mientras habla. Puede mantener una atención flotante casi como un psicoanalista entrenado y volver a prestar atención cuando la charla se torna interesante o simplemente porque me distraje de lo que sea estaba haciendo como segunda tarea y vuelvo.
Todas las semanas se saca un libro de la biblioteca de la Alliance y lo devuelve a la semana siguiente. Elije cosas cortas para intercalar con lo que sea esté leyendo. Una vez perdió uno y la escuché retorcerse de culpa durante días. Finalmente compró otro libro (en compensación) en esa librería francesa que hay a la vuelta del estudio en Esmeralda.
Me cuenta que está leyendo de nuevo algo de Marguerite Duras.
-¿En francés?, pregunto.
-Aha, contesta.
-Que canchera. ¿Te gusta leer en francés?
-Ahora sí. Igual prefiero leer en inglés.
Pienso que es bueno tener opciones.
Después me lee esa parte de “Yo me arranqué de mi madre” y me la lee en francés.
Y me gusta como suena.
Yo leo eso que escribió Vera Fogwill y le paso el link con esa parte en la que dice de su padre "Todo lo que yo hacía era genial, siempre fue un fan mío, por no decir suyo". Y eso también me parece triste.
Mamá sigue hablando y yo escribo en mi cuaderno negro mientras habla. Puede mantener una atención flotante casi como un psicoanalista entrenado y volver a prestar atención cuando la charla se torna interesante o simplemente porque me distraje de lo que sea estaba haciendo como segunda tarea y vuelvo.
Todas las semanas se saca un libro de la biblioteca de la Alliance y lo devuelve a la semana siguiente. Elije cosas cortas para intercalar con lo que sea esté leyendo. Una vez perdió uno y la escuché retorcerse de culpa durante días. Finalmente compró otro libro (en compensación) en esa librería francesa que hay a la vuelta del estudio en Esmeralda.
Me cuenta que está leyendo de nuevo algo de Marguerite Duras.
-¿En francés?, pregunto.
-Aha, contesta.
-Que canchera. ¿Te gusta leer en francés?
-Ahora sí. Igual prefiero leer en inglés.
Pienso que es bueno tener opciones.
Después me lee esa parte de “Yo me arranqué de mi madre” y me la lee en francés.
Y me gusta como suena.
5 Comments:
buenísimo lo q escribió vera fogwill, en general todas las notas de radar de fogwill están muy buenas, me pegan melanco, pero la de la hija me conmovió. tu madre una genial, el post impecable
Lindo leer y tener una mamá que sufre cuando pierde un libro!
Yo soy una italian reading mother y es totalmente cool poder elegir entre varios idiomas.
ALGUN DIA SE DARA CUENTA CUANTO MAS CHARMANT ES LA FRENCH LANGUAGE...
Lo mejor es poder elegir el idioma, te da una ventaja de poder leer el original sin pasar por la traducción que como ya sabemos, "traduttore - tradittore". Además, no hay que esperar la traducción, que en ocasiones, n'existe pas.
Post a Comment
<< Home