Kiss Kiss
Mi primer beso me lo dio un italiano que se llamaba Massimo. Me agarró distraída y cuando bajé la cabeza, lo miré y me lo encajó así medio de prepo. Con lengua y todo. Creo que me sorprendió un poco la parte de la lengua pero después me gustaba mucho eso de que me hablaran así con aire tibio bien cerquita de la oreja y escuchar la respiración acelerada como haciendo cosquillas. Tanto que me sigue gustando; que pongo la oreja exactamente ahí para escuchar y sentir cómo se acelera. Cierro los ojos y escucho. Pero a veces los dejo abiertos, dejo los ojos bien abiertos para quedarme ahí mirando y registrar con mi memoria fotográfica a lo Salander. Porque a mi los flashbacks me vienen en imágenes, en ruidos y en sensaciones al costado del cuello. Y siempre, siempre con el primer flashback se me llena la panza de mariposas. Pero es el primero, después si me quiero seguir imaginando, las mariposas se van. Se escapan. Llegan y se van cuando menos las esperás.
Y no las podés atrapar. Imposible.
Y no las podés atrapar. Imposible.
5 Comments:
Ese es el problema de las mariposas, sí... debería haber sido otro tipo de bicho.
Me regalaste una descripcion que no encontraba con lo del primer flashback, las mariposas y su "no-retorno". Es exactamente así!
Besos C!
Perfecta descripcion !!
Gracias por ponerle palabras a lo que no podia decir.
muy lindo, charlotte
100% acertado, como siempre.
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