Somos pocos
Me despierta por teléfono el domingo a la mañana. Es el momento en el que mi cama tiene una temperatura perfecta. Hay que entender una cosa: el edredón exige de un mínimo de ropa abajo así agarra rápidamente la temperatura del cuerpo y la mantiene con la precisión de un termostato hasta la mañana siguiente. Sabe que a esta hora puede esperar una de dos: la docilidad más absoluta o una loca en potencia. Se encuentra con la primera. Me plantea una teoría ridícula y sin fundamentos a la que en condiciones normales de CNPT me opondría. Con vehemencia me opondría. El lo sabe también. Sabe que soy brava, discutidora, que la peleo a veces hasta por deporte. Pero no lo hago. Le digo que sí, que puede ser, que puede que tenga razón.
-Uy, te corto porque estás tan mansita por el sueño que hasta la razón me estás dando.
-Uy, te corto porque estás tan mansita por el sueño que hasta la razón me estás dando.
Labels: Me adorable me
1 Comments:
Demasiado para un domingo a la mañana...
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