To sleep, perchance to dream
Ayer caminando por Santa Fe me surgieron esas ganas irrefrenables de comprar que me surgen a veces. Pocas. Entonces entro en los negocios menos esperados. Blanquería Juan y Juan con un slogan que es algo así como "Todos van…a Juan & Juan. "Los puntitos suspensivos son importantes. Entonces manoteo unas toallas blancas impolutas gigantes como me gustan a mí, de hotel. Esas en las que podés envolverte y circular por la casa mientras se te seca el pelo, el esmalte de uñas y todas esas cosas. Eso sí, no sirven para hacer turbante. Corrés riesgo de dislocarte el cuello y eso no es joda. Y después, compré una almohada en reemplazo a mi antigua almohadita de plumas que acarreo desde la más tierna infancia. Se mudó conmigo y la llevaría en los viajes. Qué difícil la adaptación a la nueva almohada. Porque a mí me gustan no muy altas, más bien chatitas pero no duras y que se queden aplastadas cuando les apoyás la cabeza. Que no se inflen a los costados de manera tal de obstruirte las fosas nasales porque sino siento que me ahogo y que el aire no me llega y puedo morir asfixiada. Me doy manija, sí, pero la posta es que no duermo. Bueno, ésta que compré medio que se infla en los bordes, como que desborda por el principio de Arquímedes de los sólidos, que debe ser otro, obvio. Y me tapa un poco la nariz, que ya de por sí la tengo pequeñita y con reducida entrada de aire. Entonces di vueltas y más vueltas onda panqueque y la terminé revoleando a la mierda. Manoteé la mía viejita y seguramente acarosa y la abracé despacito y con confianza casi como se abraza a un amante del pasado. Una cuestión de segundos. Me dormí profundamente.
La otra la dejé al lado para el copiloto, el acompañante y si no les gusta, están las de “leer” que también zafan.
La otra la dejé al lado para el copiloto, el acompañante y si no les gusta, están las de “leer” que también zafan.
9 Comments:
me dio sueño
yo sigo sin encontrar la almohada ideal, nunca me viene del todo bien ninguna.
tengo gravísimos problemas de sueño, y sin embargo nos los atribuyo a la almohada.
será?
A la almohada hay que amarla desde el primer momento. Si no, no es.
Esas ganas de comprar las tengo todos los dias!!!
Mire, Charlotte. Yo de insocnias se bastante y de almohadas también. Para mi las mejores mejores son unas carísimas pero geniales. Son de espuma de latex. Eso si: hay que pasarles talco cada dos-tres meses, porque como que tienen vida propia. Yo de hecho, a la mía, me olvidé de hacerle el tratamiento como por un año y hace poco le saqué la funda. El espectáculo fue asquerosísimo: parecía el cadaver de un reptil o algo peor. Pero sin contar ese detalle, vale la pena.
no puedo dormir con otra cosa que mi almohada de plumas. hasta viajo con ella, y cada vez que paso por el scanner me miran con cara de freak. y no me importa nada.
lo de la almohada tiene que ser amora primera cabezada, sino no funciona.
(eso)
saludos,
Y después dicen que lo difícil es conseguir psicólogo, o novio.
Esto es lo verdaderamente difícil. La mía tiene mil años y un estampado horripilante, y las plumas con más calle que las del teatro de
revista. Pero yo la quiero igual.
Tati.
yo me comprè LA INTELIGENTE así se llama. Apoyás la cabeza, se hunde, levantás la cabeza, se levanta. Pero no hay caso, extraño la chata, aplastada que tuve toda la vida y creo que alguien me la hizo desaparecer en alguna mudanza quien sabe porqué.
yo tengo una almohadita de plumas desde hace como veinte años y siempre es la misma; a menudo tengo que pelear en las tintorerías para que me la quieran limpiar. La funda está color ámbar pero solía ser color blanco.
También la abrazo como vos en tu comparación magnífica.
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