Tuesday, October 16, 2007

In Hertford, Hereford and Hampshire hurricanes hardly happen

Cuando empecé a cantar, Leticia me dijo que tenía un hiatus y que no se ubicaba en la voz media sino que aparecía recién en las notas más agudas. Mi hiatus suena a lo que es, un escape de aire incontrolable que hace que se piante el sonido a la drecha del piano. Entonces, cada vez que sabés que te estás acercando a un agudo te vas apinchonando cobardemente y cuando finalmente llegás, te sale el chiflido ahogado. Horrible. Después de un tubo que entra por la nariz con una cámara y vas tragando como si fuese saliva (bien consciente de que no lo es, claro) llegué a ver mis cuerdas vocales, mis dos cuerdas vocales. Porque son dos. Fue una sorpresa, siempre me había imaginado un arpa de filamentos de carne finitos que vibraban, igualito a un arpa. El otorrino me hizo cantar (con el tubo dentro) y ahí pude ver mi hiatus. Se ve claramente como las cuerdas no llegan a tocarse perfectamente y sucede justo en esas mismas notas agudas en las que patinaba en clase, en la ducha y cantando de copas con F. A la vuelta del otorrino, Leticia me indicaba llevar el aire a lugares desconocidos de mi cuerpo, como cuando en yoga te piden que relajes los órganos o la lengua. (Tuve noches de insomnio tratando de relajar por completo la lengua, de repente uno es consciente que está en permanente tensión y no puede parar hasta los psicofármacos). Las indicaciones eran llevar el aire a los pulmones (¿dónde más?) abajo y atrás. Ubicaba algún rincón justo abajo de los omóplatos, apoyaba las manos y cuando respiraba profundo sentía como se inflaba esa parte. Ya tenía preparado mi colchón de aire, el mismo que tenés que andar administrando durante toda la canción porque es raro que puedas volver a llenarlo entero mientras estás cantando. Después de varios meses de re educación en mis clases de canto exclusivamente, como una Eliza Doolittle cualquiera, el hiatus se fue corriendo hasta hacerse casi imperceptible en notas altísimas que ya es como un papelón cantar, igual. El tema es sencillo. Cuando te vas acercando a esa nota que te da miedo, tenés que hacer exactamente lo contrario de lo que harías. En vez de tratar de disimular y que pase desapercibida, tenés que mandarte con todo y usar las reservas de aire sin miedo a equivocarte. Sorprendentemente funciona, sale una nota clara y limpia. Tener el mismo comportamiento para tantas cosas.

16 Comments:

Blogger U. said...

hasta que te lei me seguia imaginando las cuerdas vocales como un arpa. pero tal cual. dos? son dos????

me mataste, charlotte.

9:26 AM  
Blogger Rocío Ricci said...

Claro, lo que tenés que hacer es atravesar el miedo.
Es re fácil...
Puff!... Re fácil...

9:34 AM  
Blogger Rocío Ricci said...

Claro, lo que tenés que hacer es atravesar el miedo.
Es re fácil...
Puff!... Re fácil...

9:34 AM  
Blogger mer said...

sí, ura, como dice charlotte, son dos y ni siquiera parecen cuerdas. Son como dos flaps de carne finita.

Qué difícil cantar con el tubo ése metido en la boca!!!

2:08 PM  
Blogger laura said...

¿son dos?

La última oración es más difícil que aprender a cantar, con o sin hiatus, definitivamente.

4:11 PM  
Anonymous Anonymous said...

hace tiempo que te leo y suelo sentirme identificada en muchas cosas... pero lo de hoy me asusto!!! por un momento pense que hablabas de mi... me llamo Leticia soy un proyecto de fonoaudiologa y torturo a todo aquel que se me cruza por el tipo de voz.. disfonica en todas sus variantes. lo del escape de aire por el hiatus creo que es mi preferida jaja
no sabia que cantabas!!! hace mucho??

6:17 PM  
Anonymous Anonymous said...

Mi hiatus se me desplazó tanto que me generó una hernia, Clarice. La última persona que me escuchó cantar me llamó "La esperanza de Occidente".

6:43 PM  
Blogger melquíades said...

Hace poco también me hicieron una laringoscopía, fue una experiencia de otra dimensión prácticamente... ¿Son lindas sus cuerdas vocales también? Lindas estéticamente, digo.

Saludetes!

8:01 PM  
Blogger Charlotte said...

de hecho, hace un tiempo que No canto. Tomé unos años de clases hace lo que aprece siglos y ahora querría retoma. Si bien mi hiatus no volvió a aparecer la voz la tenía mucho mejor entonces.
Ay, city, ojo para dónde se le va el escape de aire. La esperanza de Occidente? Dios mío. Cómo anda, my friend?
Estéticamente lindas, hm...no demasiado. Son raras.

7:19 AM  
Blogger perica said...

me parece re loco estudiar canto.
no me imagino como sería una clase.

yo fui al fonoaudiologo un año y no recuerdoe experiencia mas aburrida. ni mas al pedo.

8:37 AM  
Blogger Satamarina said...

buena moraleja Ch!!!Yo soy de esa teoría también, aunque no siempre sale bien, digo eso de mandarse y ...

La invito a mi cumpleaños el sábado 27. Dele que sí? Tengo nuevo hogar. No tengo su mail actualizado.

besos

9:01 AM  
Anonymous Anonymous said...

que bien me cayo este post.
saludos

9:04 AM  
Blogger Cosima said...

Qué buen post. Qué bueno que es cantar. Yo también canto (tomé clases muchos años) y también tengo un hiatus (surcal). Pero le agrega una cualidad interesante a la voz - al menos en mi caso. No tuve paciencia con la fonoaudióloga. Además después de un tiempo me di cuenta que tenía pánico escénico. Ahora canto por los pasillos.

12:24 PM  
Blogger Charlotte said...

me considero invitada, marina.
yo cantopor todos lados, ducha, ascensor, pasillo, calle, neuropsiquiátrico en breve.

9:56 AM  
Anonymous Anonymous said...

Charlotte
te vi arriba de un 67 en Plaza Italia.
si es verdad, muero

12:57 PM  
Blogger Mr. John Steed said...

VÓTEME

12:55 PM  

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