Thursday, September 06, 2007

Negro el 17 (*)

Cuando llegué a la esquina llegué apurada, como casi siempre llego a todos. Había dos o tres personas en la parada y adelante mío un morocho lindo de barba, ojos negros, pelo negro y una bolsa cruzada con varios libros adentro. Mientras esperábamos me encargué de chusmearlos. Me dejó subir. Le sonreí (así despacito, nada exagerada, sonrisa de labios apenas estirados y sin nada de dientes). Con dientes quedás desubicada, loca. Sacó el boleto el señor adelante mío, la señora con el ramo de flores gigante y los lazos que se me metían en la cara y había que espantarlos como a moscas, lo saqué yo y caminé hasta un asiento. Mientras el sacaba el suyo me miró. Yo diría que mantuvimos una conversación de ojos durante varios segundos, claramente una conversación más larga que lo apropiado. Caminó el pasillo despacio, mirando y se buscó un asiento en algún lugar atrás mío. No podia darme vuelta a verificar. El rato que tuve que quedarme quieta traté de acordarme de la cara, los ojos oscuros, el pelo negro, la barba prolija, las manos lindas y muy a mí pesar, los zapatos feos. Sólo una vez me dí vuelta disimuladamente para buscarlo. No estaba. Cuando llegué a Diagonal me paré y lo busqué por el fondo del colectivo. No lo encontré. Era imposible que se hubiese bajado, yo me estaba bajando a las dos paradas y nadie toma un colectivo por menos distancia que yo. Busqué mal. Estaba mucho más cerca mío de lo que pensaba, estaba ahí nomás, en el asiento justo al lado de la puerta. Me sobresalté. Creo que se dió cuenta y registró todas mi caras: preocupación, desilusión, sorpresa, vergüenza, alegría. Esta vez me miró serio, preocupado. Estaba claro que el fin de nuestra historia de amor era una cuestión de minutos, segundos. Yo también me di cuenta. ¿Qué se hace?
-Hola, soy Charlotte. Se que nos acabamos de enamorar locamente y considero que es fundamental que me llames asap porque tenemos que hacer algo al respecto. Esto no es calentura, nos enamoramos ¿no? Acá te dejo mi tarjeta.
-Hola, soy Charlotte. El tema es que si bien mi casa es tipo loft , es diminuta y no se si da que te mudes ahora. Tendríamos que fijarnos por Chacarita, todavía está más barato el metro ahí. Por casa está como a una luca quinientos, dólar eh.
-Hola, Soy Charlotte. Mirá, la reunión que tengo ahora dura máximo una hora. Si querés me esperás en el café de abajo. Y después nos podemos tomar el subte D a casa. Ay, no tengo nada en la heladeras para esta noche. Bueno, pedimos algo a Lindo Jardín. ¿Te gusta la china, no? ¿Vamos yendo?
No hice ninguna de las tres, claro. Me quedé así,quieta, muda. Ya se había sacado sus headphones, había apoyado un cuaderno que tenía en la falda y solo se dedicó a mirarme con esta cara de preocupado por lo que tardé en tocar el timbre y bajar los tres escalones y darme vuelta por una última vez. Casi diría que estaba triste. Y yo casi que también.
Ando con una clara sensación de que el amor de mi vida se me escapó en un colectivo camino a Avenida de Mayo. El miércoles que viene me voy a parar en la misma esquina para ver si aparece. No creo. De repente en su cuaderno anda escribiendo algo que arranca con "La chica del 17...".

(*) Tenía que ser de trenes, creo, pero desobedecí. Y loli me dijo que todo ok, que mande de bondis.

23 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Entre el pancho mordisqueado de Loli y la cantidad de pavadas que imaginó le diría a ese pobre hombre, me arrancaron carcajadas.

12:21 PM  
Blogger Almirante Margarito said...

Tal vez en su cuaderno garabateó alguna estrofa de "A una transeúnte" de Baudelaire.

PS: Lindo jardín, muy buena sopa agripicante.

1:07 PM  
Blogger Charlotte said...

Uf, la sopa agripicante es perfecta. le chingan con el container. la del Chino central ahí sobre Rivadavia y Maipú es perfecta también y hay que pedirle chilis de refuerzo y rezar.

1:12 PM  
Anonymous Anonymous said...

Me ha encantado su relato de hoy. Me hizo acordarme de un cuplé antiguo que dice "¿Dónde se mete la chica del 17? ¿De adónde saca pa' tanto como destaca? Pero ella dice al verlas en ese plan: "La que quiera coger peces que se acuerde del refrán.""
(Le ruego entienda, Charlotte, que se trata de una canción española y que no propone ningún acto de zoofilia con los pobres peces). No sé, tal vez debió haberse atrevido y pescar al barbitas. Pero para transporte público inoportuno separándote del amor de tu vida, acuérdese de cuando al Doctor Zhivago le da el jamacuco por bajarse a la carrera del tranvía al ver al Lara ...

1:48 PM  
Anonymous Anonymous said...

Me muero. Soy una romántica empedernida, una especialista en historias intensas ocurridas en lugares lejanos, y ni hablar de los amores ke ni arrancaron pero ke nos dejan con esa sensación de incertidumbre -y si era?- y con la terrible certeza de ke nunca más volveremos a cruzarnos.
Al final del día, dejo mi romanticismo de lado y me llamo a la sensatez, no existe la media naranja, uno anda viviendo gajitos por la vida nomás, y es mucho más probable ke el gajito viva cerca. Y allá afuera probablemente existen montones de otros gajitos ke nos podrían volar la cabeza.
Como dice Moria: "lo mío es el autodecreto"

1:54 PM  
Anonymous Anonymous said...

Buenísimo...magistral again... Gracias...
Esta necesidad que tenés de regalar prosa, me alucina...
CH... que quede entre nos...
...gusto de vos...
;-)

2:13 PM  
Blogger Charlotte said...

Ubico perfecto la canción! De hecho me acuerdo que la cantaban mis padres. La puedo cantar ahora.

El "autodecreto", lo más!

2:15 PM  
Blogger Charlotte said...

No se enteró nadie, anonymous. No se preocupe.

2:22 PM  
Blogger Luciana said...

Todo bien, salvo los zapatos.
Pero nadie es perfecto, ni los amores de la vida.
Tal vez sube de nuevo, como sabes?

2:24 PM  
Blogger perica said...

juaaaaaa, "gusto de vos", divino, treinteaniero obvio.

publique ch publique!!!!!!

2:29 PM  
Blogger Unknown said...

Hace años conocí a un tipo que para estos casos tenía una tarjeta de decía:
"Usted me gusta" y el teléfono.
Hoy quizás le agregaría el mail y cambiaría el tel de línea por el celu.
Presencié más de una vez cuando en el colectivo sacaba su tarjetita y delicadamente se la hacercaba a la dama. No siempre ganaba pero seguro que comenzaba la conversación con una sonrisa.
Rubia, una pena que no tenga barba...

3:39 PM  
Anonymous Anonymous said...

Yo que usted, Charlotte,leería " Mitre" novela en la que la historia de amor se concreta en un tren. Triste, eso, sí. Pero a lo mejor le da letra para el próximo encuentro con el barbado- Guerni

4:15 PM  
Blogger Horacio Gris said...

genial, me encantó este relato
el amor en los bondis...qué tema.

4:42 PM  
Anonymous Anonymous said...

yo tengo una amiga que se casó con un pasajero del 17

5:52 AM  
Blogger Daniel said...

Creo que todos tuvimos alguna vez esa sensación donde la vida se bifurca en dos: una, donde corremos riesgos, que no fue, y la otra, donde nos vamos quedandos a solas con ese cretino orgulloso que llevamos dentro.

Creo que Cortazar tiene un cuento muy lindo sobre subtes y persecuciones, pero mi cretino interior ya se olvidó.

6:51 AM  
Blogger Charlotte said...

Sí, guerni, como esa de Meryl Streep y De niro. Puf! LLoré como una Magdalena.
Yo no se si me quedé callada de cretina orgullos eh. más de cretina cagona...

8:04 AM  
Blogger Satamarina said...

buenísimo relato Ch.

Al menos debería haberle dicho Hola. Las posibilidades suyas eran buenísimas pero uno sabe lo improbables que son. Un hola sale rápido y facil.

saludos

10:07 AM  
Blogger Alicia said...

Un consuelo posible es que el transporte público es infinito, y con él sus posibilidades... Saludos!

12:49 PM  
Blogger J. said...

che, me tentaron con la sopa agripicante (será porque acabo de hacer una de knorr que parece enduido). espero que lindo jardín llegue hasta acá en moto.
y el "hola" me parece medio arriesgado, ¿pero qué tal dejarle un papelito con el mail, así críptico?

pd: confirmadísimo que el disco de paraguay es una chotada.

6:53 PM  
Anonymous Anonymous said...

El cuento de Cortázar al que hacía referencia dcollico es Manuscrito hallado en un bolsillo.

En pocos días es la segunda vez que me viene a la memoria este cuento por algo que alguien cuenta. Será la primavera, Bandini.

10:12 PM  
Blogger V said...

por que uno no se anima en esos casos? (digo uno porque yo no hubiese hecho nada tampoco)
Buenisimo tu blog

8:59 AM  
Blogger Emilú Soares said...

Charlotte, me acordé de un relato de Lobo Antunes cuando leí tu comentario. Aquí te lo paso por si tienes curiosidad: http://www.elpais.com/articulo/ensayo/Tom/elpepuculbab/20070526elpbabens_20/Tes
Pasa muchas veces, en autobuses y en tren.

4:31 AM  
Blogger Charlotte said...

gracias, emilú.

11:06 AM  

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