Thursday, July 12, 2007

The Mary Ingalls Syndrome

Cambié las cortinas de abajo. Son transparentonas pero cuando llegás a la noche no se ve nada de nada. Juego a la ciega. Camino entre los pocos muebles, los pocos metros hasta el Eskabe. Así a ciegas giro la perillita a la izquierda, ni muy muy, ni tan poco porque si no sale de golpe el calor y mancha toda la pared. (Nunca me ocupé de hacerlo limpiar). Después esquivo el sillón, me acerco de memoria a la computadora. La toco de costado, desde arriba hacia abajo y freno justo en el minúsculo y chatísimo botón de encendido. Lo ubico como a mi clitoris te diría, presiono, espero y escucho. Confirma el encendido. Un segundo más y se prende la lucecita de abajo de la pantalla, blanca, impoluta. Manzana mordida, ruedita que gira, todos mis documentos que aparecen. Desktop desordenado, desordenadísimo. Casi como el cajón de las bombachas, casi como mí cabeza estos días. Nunca encuentro nada, todo parece que se pierde hasta que después aparece apilado abajo de otra cosa. Entourage. Firefox. Voy subiendo la escalera mientras abren. Recién cuando llego a mi cama prendo la luz. Lo que sale de la pantalla es suficiente para subir la escalera. Miro la lamparita quemada. Todos los días prometo cambiarla. Nunca lo hago. Me da vértigo porque está alta. Mentira. Me da paja. Viviendo así. Como tanteando a oscuras.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

iClit Nano?

10:17 AM  
Blogger Satamarina said...

suele pasar...a veces hay que agarrar un bastón.

saludos

10:41 AM  
Blogger Charlotte said...

The iClit, muy marketineable.

Ah, claro marina. yo voy así como tanteando con la punta del pie y una mano.

11:14 AM  
Blogger Almirante Margarito said...

¿Anda pidiendo escaleras
para subir a la luz?

1:41 PM  

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