Thursday, April 22, 2010

Doble Turno

Hago doble turno en Voulez Bar. Ayer a la tarde, en esa misma hora en la que se va la luz del sol y te la reemplazan por velas que flotan en vasitos de vidrio diminutos, tome el té con N. N llega trajeado y nunca me resisto al vicio de dar vuelta las corbatas y espiar las etiquetas.
-Que corbatelli, papi.
-De los tiempos de Carlos, mami. 100 dólar 100 peso.
-Y sacábamos las Hermes.
-Claro.
Pido Earl Grey porque a N le da lo mismo cualquier té pero después me cuestiona cuando le tiro un chorrito de leche, fría.
-Pero ahora le cambiás todo el gusto.
-A té con leche, claro. A la tarde tomo té con leche, a la noche después de comer no le meto leche.
N me mira. No entiende creo.
Explico estados emocionales. Escucha atentamente, muy varoncito el.
Entiende menos.
Sacude la cabeza y me yo me río. Le sirvo el té de la tetera. Me gusta ocuparme del té. Resabios de geisha de otras vidas o de ésta. Quien dice.
Nos vamos cuando llegan los del turno noche y llego justo a tiempo a cocinarme algo mientras se me ocurre que tengo que cortarme el pelo urgentemente. Ahí nomás me baño y agarro una tijera de peluquería que compré en esos negocios Todo para tu pelo y recorto las puntas. Me engaño con que me quedaron prolijas y parejas.
Visito a Sr. Transferencia y confirmo que Charcas es la mismísima muerte después del cambio de mano y camino despacio hasta Voulez Bar.
Segundo turno.
Al mediodía está lleno de gente. Mucha divorceé (o happy housewife, no lo sé) que se encuentra a comer con las amigas. En plena crisis de independencia excesiva las miro intrigada preguntándome en qué consisten sus vidas y me miro en un espejito diminuto que tengo en la cartera y me pongo gloss de melón. Antes de llegar a la respuesta llega S, nos abrazamos y pedimos. Nos tocan las mesitas del fondo con los asientitos tipo tatami. Se lo dejo a S y la moza comenta que en el día de hoy los tatamis le tocaron a los altos.
-Con algo tienen que pagar, le digo a S.
En la entrada mi profesor chef atraviesa la puerta con anteojos negros y look canchero. Le hago señas y se acerca. Los presento. Nos hace cuentos de chanchos jabalíes y jabalíes chanchos. N llega al rato y hablamos los cuatro antes de que se vayan a su mesa.
-¿Ustedes dos no trabajan?
Cuando me tomo el medio día y me hago la loca siempre va a haber alguien que me lo venga a mencionar y paso a no estar tan convencida de mi decisión de andar vagando por Palermo en horas laborales. En 15 minutos estoy en el centro.

Labels: ,

5 Comments:

Blogger Satamarina said...

tan lindos los mediodías semanales fuera de la oficina

11:46 AM  
Blogger joe e. tata said...

lo mejor de ello es ir a comer a los menus ejecutivos de palermo. en sudestada es un regalo.
lo ideal seria tomarse los viernes como un cliente paquete que tengo, que le da verguenza decir que trabaja poco e inventa que tiene una reunion en torcuato cuando todos saben que se fue en el velero je

12:07 PM  
Blogger Charlotte said...

El viernes reeeeeeee sale.

12:26 PM  
Anonymous Anonymous said...

Plena crisis de indepencia excesiva??????? Explayate please. Escribis genial , Pat

10:12 PM  
Blogger Fernando said...

Me encantó el blog, tiene algo distinto que no sé bien como poner en palabras. P.D.: odio que me toquen la corbata...

7:51 PM  

Post a Comment

<< Home