Wednesday, May 06, 2009

Twilight

"...but most she loathed the hour
When the thick-moted sunbeam lay
Athwart the chambers, and the day
Was sloping toward his western bower."

Tennyson. Mariana in the Moated Grange.
Espero sentada en una mesita en esa hora bisagra que divide los que terminaron de tomar el té de los que llegan a comer. Entonces están las azucareras con los sobrecitos y las servilletas de papel con el logo impreso pero ya van trayendo las velitas de noches y las van apoyando (una por mesa) sin encenderlas y servilletas blancas enormes almidonadas con los cubiertos durmiendo adentro. Y si te quedás un rato más podés ver ese minuto justo en el que bajan las luces y van mesa por mesa encendiendo las velitas y casi ni te das cuenta, tanto que te parece que la nueva luz es la que hubo siempre. Me da un rato para seguir escribiendo en mi cuaderno mientras espero y pedirme una copa de blanco que es justa para la luz y la hora.
La esquina de Voulez Bar es perfecta para relojear el barrio. Ver la gente que viene por Cerviño y los que van a pasear el perro por República Arabe Siria para los lagos. Pero hay que saber donde sentarse. No todos los lugares son buenos. Este, por ejemplo, tiene visual perfecta pero es estratégico para recibir el chiflete que se cuela por la puerta bien de frente de forma tal de que cada cliente que entra, cada mozo que sale genera corriente de aire que por efecto mariposa llega milagrosamente hasta mí. Y no a mi toda entera. Llega hasta mi hombro, al izquierdo, que está descubierto con una de esas remeras bobas que se caen y lo dejan al pobre hombro al aire. Como si eligiese. Entonces el chiflete se arma, pasa entre las dos hojas de la puerta en vaivén, atraviesa el lugar y se posa en mi hombro izquierdo tipo mariposa helada.
No me va nada el invierno. Y esto es sólo el comienzo.

16 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Como me gusta cuando escribís así, nena. Me mata.

10:06 AM  
Anonymous Juan said...

Un frío border,
que no da para abrigar,
ni deja relajar.
Como el vino blanco,
que refresca el cuerpo
apenas un bemol
y lo calienta un sostenido
con su alcohol.

10:59 AM  
Anonymous L said...

Que lindo leerte.

8:43 PM  
Blogger Protervo said...

tiene razon el anonimo, muy lindo post.

el invierno la rockea y te pones saco.

8:48 PM  
Anonymous Daniel said...

Desde "Llega hasta mi hombro", hasta "mariposa helada", sobrevuela Don Julio (no Grondona, el otro).

Pero claro, ese hombro es el que es. Ese pobre hombro.

6:54 AM  
Blogger Maggie said...

no, no puede escribir tan así.

8:39 AM  
Blogger Charlotte said...

Grazie, che.

10:35 AM  
Anonymous CHARLOTTERO (SIEMPRE SUYO Y SIN RENCORES) said...

Creo que ya hice este comentario pero su sensibilidad (esa que Mr. Transference confunde con enfemiza necesidad de control) y la sensualidad con la que escribe son sus principales sellos. Y ME ENCANTAN. Además de su gran poder de provocación.

2:06 PM  
Blogger Charlotte said...

1. Porqué habrían de haber rencores, dearest?
2. Me va a hacer poner colorada, eh.

2:10 PM  
Anonymous CHARLOTTERO said...

1 - Porque Usted veta mis comentarios en otros blogs.
2 - Me encanta. Insisto

2:41 PM  
Blogger Charlotte said...

1. Ok. No lo hago más.
2. Me pongo colorada nomás. :)

2:49 PM  
Anonymous CHARLOTTERO said...

1. Haga lo que quiera. En este espacio mi identidad le pertenece y será asi hasta que deje de transitarlo.

2. Lo disfruto entonces.

2:59 PM  
Blogger Charlotte said...

1. Fair enough.
2. Disfrute entonces.
3. Que bueno que le gustó este post xq a mí me gustó y no me pasa seguido.

4:03 PM  
Anonymous Anonymous said...

genial linda, me imagine en balthazar en soho sentada en una de las mesas enfrente de la puerta vaivén... o tambien en el tortoni, sentada cerca de la puerta, tambien en voulez-bar sentada, todo me indica que deberia irme una semanita a paris, digo, porque creo que tu relato me transporta directamente a esa ciudad. aunque, vivo en washington, deberia tal vez buscar algun bar medio frances que me cubra las expectativas...
mientras lo encuentro, te dejo un beso enorme.
"la chica de las chatitas doradas que saltaba por toda la pista del casamiento"
love, te recuerdo siempre con cariño, y te sigo leyendo como ves. kiss

7:10 PM  
Blogger Charlotte said...

Hola"la chica de las chatitas doradas que saltaba por toda la pista del casamiento", COMO ESTÁS??? hoy mismo te escribo un mail, loca. Que bueno que estés bien. besotes

5:43 AM  
Blogger francisco pavanetto said...

reconozco perfectamente ese instante entre el precio del cafe de la tarde y el de la noche. cuando colocan los manteles sobre las mesas que pasan de ser de bar y ascienden a restaurante. me sucede generalmente en situaciones de partidos, comienzan a la tarde con una cerveza pero para el segundo tiempo el movimiento del personal se modifica y dan paso al cafe. consigo escapar justo cuando llega el primer comenzal tempranero.

buen lugar este. lindos textos. volvere.

10:28 PM  

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