Tuesday, March 24, 2009

Mis pequeñas esclavitudes

Cuando me quedaba a dormir en lo de mis abuelos maternos, los polacos –los otros tenían más nietos y otros más preferidos que yo que ocupaban lugar y tiempo- mi abuela se encargaba de juntar agua de lluvia en un balde (que no tenía que ser de plástico) y me la acercaba a la bañadera cuando estaba por enjuagarme el pelo y me la tiraba despacio con una taza “para que te quede bien brilloso”. El agua de lluvia estaba fría y entonces se ocupaba de recordarme que “era para el brillo”, que no me queje, que “lo lindo que te va a quedar ese pelo rubio”. Y con eso creo que aprendí que la belleza implicaría algunos sacrificios.
Mi mamá, por su lado, usaba el pelo cortísimo a la garçon como Mia Farrow en Rosemary´s Baby cuando era la mujer de Sinatra (seguramente en rebeldía a mi abuela) así que no necesitaba agua de lluvia en el última enjuague. Pero cuando salía del baño y se sentaba envuelta en una toalla desnuda en su cama, agarraba dos o tres gotas de aceite de almendras y se lo pasaba por los codos, las rodillas y los pies. “Para que la piel te quede suavecita, los codos ásperos son horribles” y levantaba la palma de una mano para que yo me acercase a oler las almendras. Yo apoyaba una nariz diminuta contra la palma de su mano y respiraba hondo. Almendras. Confirmado. Y codos suavecitos.
Mi viejo, que me heredó el vicio de la Dermaglós en la cara que en mi más tiernísima infancia era la Nivea azul en latita, le agarraba las manos a mi mamá y decía que no había nada más lindo que una mina con manos bien cuidadas y uñas pintadas. Todavía hoy me las agarra y comenta lo mucho que le gusta mi color de esmalte. Después baja la vista y se ríe.
-Qué suerte que heredaste los pies de tu madre y no los míos.
Lo bueno de los hijos es que querés que sean 100 veces mejor que vos, dice otras veces.
Ahora nadie me junta agua de lluvia pero me torturo apenitas con un chorro de agua helada en el último enjuague que seguramente no haga nada por el brillo más que recordarme la temperatura del agua que caía de la taza y después de pintarme las uñas con una precisión que todas mis amigas envidian me pongo unas gotas de aceite Johnson´s de bebé en los codos, las rodillas y los pies mientras me encargo de testear que estén suavecitos porque los codos ásperos son feos.

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15 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Cuando escribís así, me enamorás un poco.

6:20 PM  
Blogger Protervo said...

lindísimo.

11:44 PM  
Anonymous Anonymous said...

Que lindo ser pibe y no tener que ocuparse de todas esas cosas, pero poder disfrutarlas!!!!

3:05 AM  
Anonymous Anonymous said...

Da ganas de apretarle suavemente los cachetes (humectados con Dermaglós) y besarle esa nariz pequeña. Cuando cuenta estas cosas parece como si aún las viviera y fuese esa frágil niña rubia.

5:52 AM  
Blogger I. said...

Es muy bonito cuando uno se da cuenta de que ha heredado costumbres, gestos, formas de decir las cosas de personas importantes en tu vida. yo recuerdo cuando me sorprendí por primera vez apoyando el reverso dedo índice en los labios como hacía mi abuelo cuando andaba concentrado en algo o escuchaba música por las noches sentado en el sofá de su living.

Y es muy bonito cuando alguién lo cuenta con la delicadeza con que tú lo haces.

6:17 AM  
Blogger laura said...

acá hay material para el sr transferencia me pá

8:48 AM  
Blogger Jimenita said...

qué lindo recuerdo!
el del agua de lluvia lo habías contado alguna vez y aun así me encantó de nuevo

8:55 AM  
Blogger Imosha! said...

mmm nostalgia de la linda. Que lindo lo que contas! Es asi todas heredamos cosas de nuestra gente querida, y las mujeres tenemos bytes y bytes de info archivada en lo que refiere a belleza y cuidado personal heredada de madres, abuelas, hermanas, primas, etc. Desde chiquitas empiezan ese tipo de frases a hacer nido para la vida adulta. Saludos!!!

9:34 AM  
Anonymous Anonymous said...

Desde chiquitas empiezan ese tipo de frases a hacer nido para la vida adulta. Saludos!!!

11:26 AM  
Anonymous Anonymous said...

imosha es por hermosa?
que alguien me diga que no.


Anonimo for Ever

11:27 AM  
Blogger Blue said...

¿Sabés para que otra cosa es bueno el aceite de almendras? Para las pestañas, las refuerza y hasta puede hacerlas crecer un poquito.

12:21 PM  
Anonymous Anonymous said...

hermoso… un placer leerte, yo tambien tengo ese recuerdo del agua de lluvia, no de mi abuela pero si de familia en gral.!! soy tan mala escribiendo q me da mucho palcer ver como encontras las palabras y el tono justo para tus relatos. saludos desde mex, mariana.

8:00 PM  
Anonymous Anonymous said...

Motivos le sobran a mi también amigo Protervo para que seas su blogguer preferido. Lindísimas imágenes, delicados tus pensamientos.!

5:31 AM  
Blogger Charlotte said...

Gracias, mariana.

Soy la preferida de Protervo? je. Fijese, no lo sabía.

11:09 AM  
Anonymous Galgo said...

Precioso. Smells like chilhood spirit.

7:19 AM  

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