Wednesday, February 11, 2009

El campo y el mar I

Puede que haya sido alguna sustancia, pero cuando me metí en la cama a la noche me pasaban las imágenes así como en esos cuentitos en los que tenés que pasar las páginas rapidísimo como para ver la historia animada. ¿Cuántos fotogramas por segundo eran? Habría que preguntarle a Toti. Esto era imparable. Eran caras de gente, de hombres, dibujadas que iban cambiando. Era preferible eso que atormentarme con la idea del fantasma que rondaba la casa, el cuento del capitán.
Desde el jardín podía verse más allá el barco hundido, los pedazos de metal encajados en la tierra que hace como 80 años era playa y un poco más allá el horizonte y los médanos y el mar que en realidad se veía como una línea plateada cuando le pegaba el sol.
-¿Ya dije que yo no le tengo miedo a los cacos?
Lo dije durante la comida.
-A mí me da miedo lo sobrenatural. Please aflojen con cuentos de fantasmas y esas pelotudeces porque la paso como el culo.
Camote se compadece de mí. Aflojan. Aunque algo escucho, aunque algo registro y a la noche, obvio, con todo oscuro y todos durmiendo tan lejos de mi cuarto. Cuando escucho los golpes en el vidrio de la cocina concluyo que es la perra que golpea con la cola. Me autoabastezco de explicaciones racionales para tranquilizarme. También puedo dormir con la luz encendida, la chiquita. Puedo decir a la mañana siguiente que fue el vino, que el torrontés ese de Sur me interrumpió la lectura. O puedo decir que sí, que tuve miedo.

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3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

y si cantamos...?
me acordé de esta canción va con alguna sustancia y tiene poderes sobre eso que acecha, cuando llega la noche.

6:17 AM  
Blogger fiorellaione said...

Los fantasmas me dan mucho miedo, realmente

4:43 AM  
Blogger Protervo said...

you little cute girl.

6:04 PM  

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