Tuesday, February 03, 2009

Volver, con la remera mojada

El microcentro de noche es otra cosa, otro lugar. Y no es sólo la luz del sol que se fue ni la falta de tráfico. Cambia la gente, el ritmo de la calle, las caras.
Pasa un viejo con una pendeja de la mano. Viejo look "abuelito de Heidi", el mismo al que le preguntaban lo que decía el viento en su canción, con una pendeja de la mano. Pendeja de 24 digo. Ella, lo que mi madre definiría cruelmente como "levemente ordi" con jean fajado, mucho escote, mucha teta, mucho elastizado, mucho de todo por todos lados. La escena es rara porque caminan muy de mano cada uno con su entusiasmo. Me digo uy que bueno que vos nunca tuviste que gatear. Inmediatamente concluyo que ya para gatear se me pasó el cuarto de hora aunque al lado de abuelito cualquiera califica como pendeja. Esta bueno eso de todavía calificar como pendeja para alguien. Los miro irse de la mano y me vienen las escenas claro. De lejos casi hasta parece amor. Pero soy tan tan desconfiada que tendría que palparlo, tocarlo con un dedo como para creerme que existe. Ahí al menos.
Son como las 10 y media de la noche y no estoy para escucharle el cuento a ningún taxista entonces me trepo a un 111 vacío que parece una disco con la luz violeta, los escalones iluminados y la música al taco. Salvo que suena Penélope, en versión Diego Torres y que cuando me bajo me llueve a baldazos (a mí, la lluvia me sigue a mí, más corro, más fuerte me cae encima) y me deja digna de wet t-shirt contest confirmado por los vecinitos de al lado, los de look LA, que están con los skates en la mano esperando a que pare.

3 Comments:

Blogger Protervo said...

"levemente ordi" es genial. beso a mamá.

12:23 PM  
Anonymous Anonymous said...

Desde esta tribuna de incorrección política, el Negro Verde le hace el aguante al Abuelito de Heidi.

Aunque advierte y vaticina...

9:27 PM  
Blogger Conz said...

sexy mama

5:55 PM  

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