A veces soy una leyenda urbana

Será que a los thirty something una termina de perder la poca inocencia que anda dando vueltas y se vuelve una escéptica total? Que ahora cuando alguién dice "se separaron tal y tal" la pregunta es "Cómo se llama ?", y con eso una quiere saber el nombre de la/el que se está cogiendo el responsable de la mencionada separación.
Anoche con las nenas surgió una nueva "tal y tal se separaron" seguido por un NOOOOOOOOO JODAS BOLUUUUUUDA!!! y después una seguidilla de:
X: Ella era la típica toda divina buenita y el la tenía cagando"
Y: Y sí man, yo se la remo a ella...
X: Asique el pibe está suelto y dicen que la tiene más grande que un termo Lumilagro, jaaaaaa.
Y: NOOOOO, encima es un búffalo. Ah, yo se la remo a ella pero me lo cojo a él....

Y así van y vienen los diálogos tan clásicos de la edad, rodeados de parejas que se desarman, hogares destrozados, cuernos y engaños baratísimos.

"Y vos Charlotte??? Porqué tan calladita??? Qué pasó, maduráste nena?" . Y yo, calladita de veras, monalisa smile en mi cara.
"En qué andarás perra? Vos si que sos tremenda eh...!".

Porqué cuando las solteras nos quedamos calladas las casadas asumen que nos estamos cogiendo a Brad Pitt o tenemos un tremendo secreto entre manos? La verdad fue que en silencio estaba asintiendo con la mayoría de los temas de la noche:

- que la pollera de L es un flash y que la hija de puta tiene un culo divino y un cuerpo privilegiado...
- que ese esposo engañado es un búfalo marca cañón
- que uno no "supera" dificultades sino que aprende a convivir pacificamente con ellas sin que nos dominen la vida
- que me abriría una botellita de vino pero no trajimos y no da desvalijarle la bodega a H
- que hoy estoy particularmente bien vestida con mis pantalones nuevos y esta remerita que me hace buenas gomas
- que la culpa es una caraterística de las madres, judías o no
- que es una guachada que comemos pasto durante el día para después reventarnos medio brie con 1000 de estas tostaditas
y un montón de otros razonamientos a los que asentí pero en silencio esta noche, cosa que despertó la intriga (dada mi habitual verborragia) entre algunas de las nenas.
Calladita, calladita, hay algunas noches en que sin querelo y solo por sonreir, una se convierte en una leyenda urbana.