Big Love
Soy como el señor de la casa salvo por los muchísimo más bajos ingresos y las tetas. Llego a casa en horario justo para comer, una noche hasta demasiado tarde. Las luces están encendidas, está calentito, la comida ya está hecha y apenas hay que poner la mesa, abrir el vino y sentarnos. Ni platos me dejan lavar.
Totalmente desacostumbrada a esta convivencia; yo que siempre soy la que cocino, sirvo y oficio de Geisha estoy de lo más encantada de tenerlos a Tito y Bety circulando por la casa y bajar en robe porque ya hay olor a café y tostadas a la mañana.
Totalmente desacostumbrada a esta convivencia; yo que siempre soy la que cocino, sirvo y oficio de Geisha estoy de lo más encantada de tenerlos a Tito y Bety circulando por la casa y bajar en robe porque ya hay olor a café y tostadas a la mañana.
3 Comments:
Doy fe que ser invitado a comer a tu casa es un placer.
Gran, gran anfitriona.
Pero como buena sibarita, ha de estar encantada de contar con tal privilegio.
Qué lujazo!
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