Sleepless
Me desvelo más o menos todos los días hace una semana en un horario que no confirmo pero que es cercano a la mañana porque se escuchan pájaros, esos pájaros que sólo se despiertan a la mañana bien temprano. Hago números mentales. Con mi ya poco talento para las matemáticas (cuento con los dedos y no sé las tablas) los cálculos se me hacen insostenibles y termino por sacar una mano de abajo de una almohada para poder contar y después tengo que complementarla con la otra porque no me alcanzan los dedos. Casi siempre me doy por vencida antes o me duermo.
Cuando me acuesto a dormir a la noche lo hago siempre boca abajo del lado derecho de la cama mirando hacia la ventana. Siempre. Y amanezco mirando a la escalera. Siempre. Durante la noche roto intermitentemente de un lado al otro y cambio las almohadas para que siempre la que está más fría me toque la cara. La otra la abrazo un poco y a veces le envuelvo una pierna. Para hacer los cálculos mentales, tengo que soltar una y hacer cuentitas con los dedos arriba del algodón.
Y ni así.
Cuando me acuesto a dormir a la noche lo hago siempre boca abajo del lado derecho de la cama mirando hacia la ventana. Siempre. Y amanezco mirando a la escalera. Siempre. Durante la noche roto intermitentemente de un lado al otro y cambio las almohadas para que siempre la que está más fría me toque la cara. La otra la abrazo un poco y a veces le envuelvo una pierna. Para hacer los cálculos mentales, tengo que soltar una y hacer cuentitas con los dedos arriba del algodón.
Y ni así.
1 Comments:
Uy yo soy igual. Ademas hago las cuentas veinte veces porque tengo miedo de equivocarme y mandar cualquiera.
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